El nombre Jetta es conocido en España y en Europa; durante muchos años fue un derivado del Golf, pero con diseño de berlina, un gran maletero y un enfoque más tranquilo y familiar. La cuestión es que durante muchos de sus últimos años de ‘vida’ comercial, el Jetta vivió ‘encorsertado’ entre el Golf y el Passat, y eso hizo que aún siendo un producto excelente no tuviera mucha razón de ser para los compradores.
Sin embargo, el Jetta sigue funcionando y muy bien en otros mercados, como el estadounidense. Y lo hace, entre otras razones, porque cuenta con variantes de lo más apetecibles, como la que hoy te presentamos aquí, denominada Jetta GLI S. Esta es la variante más deportiva que ofrece allí ese modelo. Mide unos considerables 4,7 metros de largo y es una berlina ‘clásica’ de cuatro puertas, cinco plazas y un maletero de 510 litros.
Frente a los demas Jetta de la gama, el GLi destaca por las llantas específicas de 18″, la doble salida de escape separada, los detalles en rojo, la parrilla frontal específica, un pequeño alerón trasero, los vistosos faros de leds… La aerodinámica es buena, con un Cx de sólo 0,29, mientras que el peso del coche en marcha es de 1.464 kg.
En el interior, al igual que en el exterior, hay deportividad, pero discreta. Predomina la atmósfera en negro con toques en rojo, mientras que por diseño, el sapicadero parece una combinacion de los Polo y Golf 7 que conocemos en Europa. Hay que decir que el modelo se vende en dos acabados, el ‘S’ más sencillo y el completo ‘Autobhan’, que es la demostración de todo el equipamiento y tecnología que puede -o no- llevar este coche.

Para hacerse una idea, el Jetta GLi en su versión más completa cuenta con el cuadro de mandos digital, así como un dispositivo multimedia, si bien este último mide 8″ y tiene poco que ver con los sofisticados sistemas que ya luce, por ejemplo, el Golf 8. Con todo, dispone de múltiples funciones, es compatible con Android Auto y Apple Car Play, además de contar con muy conectividad.
De serie viene con llamada de emergencia, pero a partir de ahí el comprador puede adquirir packs adicionales con funciones extra y pagando una determinada cuota anual. Por ejemplo, es posible contar con Internet para los pasajeros -al que se pueden conectar hasta cuatro dispositivos al mismo tiempo; algo que sorprende porque en Europa lo normal es que los coches con esta tecnología permitan vincular hasta diez al mismo tiempo-.
También es posible disponer, previo pago, de elementos como el control remoto de funciones como la climatización o el arranque, tener sistema de navegación con información del tráfico en tiempo real o del precio de las gasolineras…
Por lo demás, no le faltan elementos como el climatizador bizona, un sistema de iluminación ambiental o un potente equipo de sonido de Beats Audio con una potencia de 400W.
Lógicamente lo interesante del vehículo tiene que ver con las prestaciones y el rendimiento que tiene en carretera la que se supone es la versión más deportiva de la gama. Este coche dispone de un único propulsor 2.0 turbo de cuatro cilindros, gasolina, una potencia anunciada de 228 CV; básicamente es una variante del propulsor que llevaba el Golf GTI de la séptima generación.
La marca no facilita datos oficiales de prestaciones del coche, si bien los periodistas que han podido probar allí el vehículo hablan de una aceleración de 0 a 100 km/h inferior a los siete segundos. En cualquier caso, este propulsor se puede combinar con un cambio manual de seis marchas y otro automático de siete velocidades.

Lo que sí comenta la marca son todos los cambios efectuados en este modelo deportivo. Para empezar, la carrocería está rebajada al suelo en 15 mm, siendo la plataforma empleada la MQB del Golf 7 -en este caso, eso implica una suspensión trasera más sofisticada, de tipo multibrazo-.
Además, puede incluir según versiones un diferencial de deslizamiento limitado en el eje delantero -este coche sólo se ofrece con la tracción a ese eje-, suspensión regulable y siempre lleva de serie el selector de modos de conducción, unos frenos delanteros heredados del anterior Golf R, unos neumáticos en medida 225/45 y llama la atención por la rapidez de la dirección, con muy poco más de dos vueltas de volante entre los topes.
Y por último hay que hablar de las tecnologías desde el punto de vista de los asistentes a la conducción. Esta modelo ofrece elementos como el control de velocidad activo, la alerta por obstáculos en el ángulo muerto, el dispositivo de mantenimiento dentro del carril, la cámara trasera de ayuda al aparcamiento o las luces que pueden cambiar de manera automática entre cortas y largas.
En Estados Unidos, los precios de las dos versiones de este Jetta GLI oscilan entre unos 22.000 y 26.000 euros, que son cifras bastante competitivas para hacer frente a dos grandes rivales, como pueden ser el Honda Civic Si o el Hyundai Elantra N.