Tecnología HC

Cuántas personalidades puede tener tu coche

De día, calmado y educado con quienes le rodean; de noche, divertido e hiperactivo. En realidad no hablamos de alguien bipolar, sino de lo que ha conseguido hacer la tecnología con el carácter de los coches.

Imagen de cartel de la película Múltiple flanqueado por dos Audi A6

Ni el dinero ni la lógica nos permiten tener -al menos a la gran mayoría de los mortales- distintos tipos de coche en el garaje de casa. Sin embargo, a lo largo de este siglo han empezado a surgir los coches que ofrecen distintos modos de conducción.

Al igual que si hablásemos de vehículos de carreras, cualquier usuario puede ‘sin mancharse’ las manos, tan sólo apretando una serie de botones o navegando por los menús de una pantalla, elegir el set-up o puesta a punto de un vehículo.

Uno de los primeros casos fue el del BMW M5 V10 de hace tres generaciones; este increíble modelo lanzado en 2005 contaba con una mecánica inspirada en la de un F1 y ofrecía la posibilidad de elegir entre: dos niveles de potencia para el motor, 11 distintos grados de rapidez para el funcionamiento del cambio automático e, incluso, permitía variar varios parámetros de una vez -dureza de la suspensión, funcionamiento del control de estabilidad e, incluso, nivel de sujección de los asientos delanteros- mediante el botón ‘M-Drive’ del volante, con el fin de que el coche fuese mucho más deportivo.

En la actualidad, mucha de esa tecnología ya es bastante habitual en los coches de hoy en día… en prácticamente cualquier segmento. De hecho, y a excepción de los microurbanos, en el resto de categorías es posible encontrarse con un ‘botón mágico’ que te permita disfrutar de un coche con distintas personalidades. Hablando de ‘personalidad’, ¿cuáles puede mostrar un coche? Hemos querido analizar cuáles son las más habituales… y por qué se caracterizan.

Económico o ecológico

Un coche con selector de modos de conducción también te puede ayudar a cuidar el planeta, a que alargues un poco más lo que te dura el depósito… y, en definitiva, a que te ahorres unos buenos euros al año. Hay modelos que tienen esta función incluida como una más de las posibilidades de sus modos disponibles… y otros fabricantes -como Honda- que le dedican un botón aparte, ya que saben la importancia de esta función.

¿Qué suele ocurrir cuando lo activas? Para empezar, que la respuesta al acelerador se vuelve más lenta y progresiva -algo fundamental cuando se trata de no gastar más de la cuenta-. Asimismo, se suele suavizar la respuesta del climatizador, ya que el coche entiende que es uno de los mayores consumidores del vehículo -por supuesto, detrás del motor-. Por otra parte, en los modelos que dispongan de caja de cambio automática, ésta intentará arrancar dentro de lo posible en segunda velocidad -entendiendo que la primera es la que más perjudica el consumo- y tenderá a buscar la marcha más alta siempre que pueda.

En algunos modelos, cuando se selecciona este modo de conducción, también aparece una información ‘extra’ o bien en el cuadro de mandos o bien en la pantalla de la consola central con datos relacionados con el consumo, el tipo de conducción que llevas a cabo, consejos para gastar menos… Una buena idea que se empezó a poner de moda hace ya más de una década, y que suponía un cambio de paradigma a la hora de vender las virtudes de un determinado coche. Como ejemplo, esta campaña de la anterior del Audi A4 mostraba a dos personas que competían en la carretera, pero no para ver quién era más rápido en llegar al destino, sino en consumir menos.

Por último, en algunos modelos, como por ejemplo el actual Mercedes Clase C, también se activa el modo de conducción ‘a vela’, mediante el cual, cuando el terreno es favorable -cuesta abajo- y dejas de acelerar, el coche desengrana la marcha que lleva y sigue circulando en punto muerto hasta el momento en el que el coche comienza a perder velocidad o tocas los pedales.

Este modo es muy interesante para utilizarlo en una circulación urbana -que es donde más se puede notar su influencia- pero también en vías de circulación interurbanas, en desplazamientos a diario -donde no suele ser primordial el rendimiento y las prestaciones del coche-.

Por cierto, los coches eléctricos suelen ofrecer un modo económico ‘plus’, que va un paso más allá, en el sentido de que para conservar lo máximo posible la autonomía del coche, cuando lo accionas se limitan las prestaciones del coche en cuanto a aceleración y velocidad máxima, además de desconectarse uno de los elementos que más consumen en un eléctrico: la climatización.

Comodidad ante todo

Una personalidad que puede tener un vehículo es la de ofrecer un extra de confort; es algo que pueden ofrecer, sobre todo, aquellos coches que disponen de algún tipo de amortiguación regulable en dureza o suspensión neumática. Al seleccionar esta modalidad, dicha suspensión muestra un funcionamiento más suave, de tal manera que el vehículo absorberá mejor los baches de la carretera.

Imagen tres cuartos delantero del Mercedes Clase S 65 AMG Final Edition

Por otro lado, en los modelos con cambio automático, la transición entre las distintas marcas se hará de manera más suave. Además, el tacto de la dirección se vuelve más suave, para que la tarea de conducir implique un poquito menos de esfuerzo. Debido a todo lo anterior, es el modo de conducción más interesante para utilizar en autopistas y autovías.

Normal o equilibrado: para el día a día

Este modo es el que los coches que cuentan con esta tecnología suelen tener conectado ‘por defecto’ cuando entras en el coche y arrancas. Su objetivo es buscar el punto intermedio entre todos los demás perfiles de conducción. En realidad, es el más aconsejable para utilizar la mayor parte del tiempo, porque procura ese equilibrio necesario entre prestaciones/consumo o estabilidad/comodidad.

Deportivo o ‘modo llamar la atención’

Es uno de los más utilizados por quien dispone en su coche del selector de modos de conducción; en los modelos actuales, además, es uno de los que más elementos del vehículo ‘altera’ para lograr que cuando lo lleves activado, tu coche muestre un carácter más rácing.

Por ejemplo, el modo sport hace que la respuesta del acelerador sea más instantánea, y que el motor ofrezca su mejor rendimiento desde bajas revoluciones. Por otra parte, en los coches automáticos, la transmisión permitirá que el motor suba más de revoluciones antes de pasar a la siguiente marcha. En aquellos dotados de amortiguación regulable, esta se endurece -lo mismo que el tacto de la dirección-, mientras que en los dotados de suspensión neumática, el vehículo reducirá su altura al suelo.

Mientras tanto, por lo que se refiere a los asistentes a la conducción, la activación de una modalidad sport suele llevar aparejada l entrada en funcionamiento de unas leyes electrónicas que permiten que el coche sea ‘más permisivo’ a la hora de que se produzcan pérdidas de tracción, deslizamientos de alguno de los dos ejes… No llegan a desconectarse, pero su funcionamiento ‘se relaja’, aunque siempre permanecen activos o ‘latentes’.

Como ‘extras’, hay modelos que cuando activas esta función varían incluso la iluminación ambiental y del cuadro de mandos -normalmente a un tono rojizo: lo hacen desde un monovolumen como el Renault Espace hasta un híbrido como el Kia Niro-, incrementan el caudal de la ventillación para que no te acalores por si practicas una conducción deportiva… y hasta varían el sonido que emite el escape, para que resulte más grave, sonoro y llamativo.

Modo experto o circuito

Esta función suele estar reservada a modelos muy potentes y exclusivos. También conocido como ‘Race’, implica que todos los dispositivos del coche están enfocados en ofrecer el máximo rendimiento en todo momento.

Imagen del Ferrari F8 Tributo por dentro

Así, el motor ofrecerá una entrega instantánea de la potencia, la caja de cambios subirá o bajará de marcha con total rapidez -aunque ello lleve aparejado hacerlo de manera brusca-… y todas las ayudas electrónicas a la conducción -controles de tracción o de estabilidad- se desconectarán por completo. Incluso, en ocasiones, va asociado a un modo de amortiguación ‘híper-duro’ con el objetivo de mejorar la estabilidad y la agilidad del vehículo.

Por todo lo anterior, este modo es conveniente utilizarlo únicamente en tramos cerrados al tráfico o en circuito.

Modo ‘save’ o ‘mantén la carga’

Es una modalidad habitual en los híbridos enchufables. Este tipo de coches disponen de un motor principal, asociado a uno o dos motores eléctricos; estos últimos toman su energía de una batería que permite que estos modelos puedan circular entre 50 y 70 km sólo con electricidad… siempre que dicha batería esté llena al máximo.

UNa persona conecta el enchufe para recargar un Mercedes híbrido enchufable

Como es lógico, esos motores eléctricos también pueden entrar en funcionamiento apoyando al propulsor principal cuando circulas por carretera, ya sea para conseguir en un momento dado las máximas prestaciones o también con el objetivo de que el coche consuma lo menos posible; en todo caso, irán ‘tirando’ de la carga que haya acumulada en la batería.

Para que dicha carga se mantenga estable y la puedas usar más adelante -por ejemplo, para acceder a un núcleo urbano o a un lugar libre de emisiones- entra en juego esta modalidad de ‘mantenimiento de la carga’, del tal manera que el coche prescinde del apoyo eléctrico y sólo utiliza la fuerza de su motor térmico. Es más, en algunos casos el propulsor principal impulsará al vehículo al tiempo que va generando electricidad que rellene la batería.

Cuando se acaba la carretera: modo off road

Los SUV o todo terreno son otros de los vehículos que se han ido beneficiando de la paulatina y constante llegada de la tecnología. Al igual que existen funciones para que el coche ofrezca un carácter más económico, deportivo o confortable, también hay otras que adaptan el funcionamiento del vehículo a una circulación fuera del asfalto. Es más, cada vez empieza a ser más habitual que el coche pueda adecuarse al tipo de terreno sobre el que se va a desplazar: nieve, arena, grava, rocas…

Imagen tres cuartos posterior del Land Rover Defender

Los modelos que lo incluyen adaptarán la forma de actuar de elementos como la tracción total y el reparto de fuerza entre ambos ejes, la respuesta del acelerador, la forma de funcionar de asistentes como el que te ayuda a descender -o subir- por pendientes muy inclinadas…

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