Hasta hace unos meses, no eran pocos los expertos y gurús varios que daban por muerto -y enterrado- al coche particular. Y no es que lo proclamaran sin fundamento, pues todas las tendencias del mercado apuntaban a que el automóvil se convertiría -ya lo estaba haciendo, a decir verdad- en otra pieza más de la economía circular. Sí, aquella teoría que promulgaba su utilización como servicio, compartida con el resto de usuarios del mismo.
Ahora contamos en nuestras calles con un enemigo invisible -el coronavirus-, el cual nos hace temer cualquier objeto que haya tocado previamente otra persona. Con muy buen criterio, las empresas de ‘car-sharing’ fueron de las primeras en detener sus operaciones para evitar contagios.
¿Pero qué ocurrirá cuando termine este ‘impasse’ de incertidumbre? ¿Cuál será el medio de locomoción preferente para regresar al puesto de trabajo? Pues, a juzgar por lo que ya se vislumbra en China… querremos volver a la protección individualizada de nuestro vehículo.
El Oriente como espejo
La movilidad en las ciudades conlleva, a veces, poco espacio en el metro, el autobús o en las estaciones de tren, con grandes aglomeraciones de gente en un área limitada. En urbes de varios millones de habitantes -como Wuhan, origen del virus-, es indudable que el transporte público ha servido -muy a su pesar- como vector de transmisión.
Allí, ahora que empiezan -poco a poco- a recuperar algo parecido a la normalidad, los consumidores salen a la calle con prioridades muy distintas. Según un estudio de Ipsos, dos de cada tres personas prefieren usar su propio coche en todos los desplazamientos.
Tras entrevistar a 1.620 personas, el instituto investigador concluyó que el virus ha provocado un significativo cambio de hábitos. Por ejemplo, el automóvil privado es ahora la primera opción de transporte -cuando antes era la tercera-, desbancando de la cabeza a los autobuses y el metropolitano.
Para la industria -que ya se encuentra en marcha de nuevo-, se prevé una nueva etapa de demanda ascendente. Así lo cree el CEO de Volkswagen Group China, Stephan Wöllenstein: «Preveo que el negocio automóvil alcance el nivel del año anterior a principios de este verano». Por el momento, 22 de sus 24 plantas en aquel país ya están operativas.