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Skoda Slavia: cuando tus ‘becarios’ te rinden homenaje

¿Qué hacer cuando eres aprendiz en una compañía con siglo -y cuarto- de historia? Muy posiblemente, nunca se te hubiese ocurrido esto.

Imagen frontal del Skoda Slavia

En el mapa de Europa, casi hay que tomar una lupa para apreciar lo que es hoy la República Checa. Y sin embargo, el orgullo que sus habitantes sienten por todo ‘lo suyo’ supera -muy ampliamente- la extensión de sus fronteras. Especialmente si hablamos de coches, pues ahí tiene su origen Skoda.

Desde que Václav Laurin y Václav Klement se embarcaran en la aventura de construir las mejores bicicletas, han transcurrido 125 años cargados de cambios… y, también, de tecnología. Ahora, la marca entrena cada año -a través de programas de formación profesional– a los que serán sus futuros técnicos. Y, como ‘proyecto’ de fin de curso, éstos han construido el impactante Slavia.

Un ‘roadster’ irrepetible

Bajo esta nomenclatura -la primera que empleó la firma en sus bicis-, se atisba un Scala que ha sufrido una profunda transformación. Para pasar de un compacto a un ‘roadster’ biplaza, los estudiantes reforzaron los bajos, quitaron el techo y soldaron lo que quedaba de las puertas traseras.

Montaje del Skoda Slavia

Sobre el hueco que quedaba diseñaron una cubierta especial, la cual incorpora dos ‘jorobas’ para cubrir los asientos e integra, también, el nuevo conjunto del maletero y el alerón posterior.

En materia de chasis, los aprendices han tirado ‘la casa por la ventana’. El Skoda Slavia equipa componentes directamente ‘cedidos’ de las sagas RS. Por ejemplo, las llantas -de 20 pulgadas- proceden de la variante más deportiva del Kodiaq. Y los frenos, corren por cuenta de la berlina Octavia. Lo único que no ha cambiado es la planta motriz, pues mantiene el mismo 1.5 TSI del modelo de producción.

Interior del Skoda Slavia

El ‘recortado’ habitáculo es, casi, lo que menos ha cambiado en el Skoda Slavia. Pero el joven equipo aún se las ha apañado para instalar una pareja de ‘baquets’ con sus correspondientes arneses. Y, en la parte inferior del salpicadero -donde debería figurar la bandeja del cargador inalámbrico-, han colocado un módulo para controlar el sistema de iluminación por neones que resplandece bajo el coche.

En palabras del director de la Academia Skoda Alois Kauer: «Por séptimo año consecutivo, nuestros estudiantes han demostrado el alto nivel de nuestra formación interna planificando, diseñando y construyendo un coche impresionante y único. Les permitimos diseñar el coche de sus sueños, trabajando con profesionales de varios departamentos. Como resultado, su formación ya los familiariza con los procedimientos que formarán parte de sus vidas profesionales más adelante, cuando se gradúen de nuestra escuela de formación profesional e inicien una carrera en nuestra compañía».

Licenciado en Periodismo, comencé mi andadura en prensa local con el Heraldo de Soria y terminé haciendo labores de comunicación para la Biblioteca Digital del Ayuntamiento de Madrid. Agradecido de poder expresar con mi trabajo mi amor por los coches. Petrolhead a tiempo completo y, cuando no estoy trabajando, pilotillo en simuladores de conducción. Sólo estoy vivo cuando estoy en la carretera. Creo firmemente en un uso responsable de la tecnología. Por ello, mi cometido aquí es contribuir a que la sociedad pierda el miedo frente a los avances y cambios que trae.

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