Los británicos se sienten, ante todo, orgullosos ‘de lo suyo’. De su reina -¡Dios la salve!-, de su Londres capital, de su música -aquí hay para elegir, desde los Beatles al ‘drum n bass’-, del ‘fish n chips’ -sobre gustos no hay nada escrito- y, sobre todo… de sus marcas de coches.
Y es que los constructores artesanales han sido una constante en su particular historia de la automoción. Muchos de ellos -como Lotus o AC– han creado modelos que terminaron por convertirse en leyenda. Algunos aún se siguen produciendo a la manera de antaño: montaje a mano, componentes estructurales en madera… Y continúan vendiéndose ‘a la carta’, en tiradas muy limitadas y por elevadas sumas de dinero.
Sin embargo, en los últimos años la expansión del coche eléctrico ha propiciado la aparición de un buen número de pequeñas compañías, con proyectos muy interesantes. Una de las últimas en surgir ha sido Apex Motors. Hasta este momento, el catálogo de esta firma se limitaba a un único modelo, un deportivo eléctrico sin techo -a la guisa del BAC Mono– denominado AP-1.
Casi como un ‘Sport-Prototipo’
Sin embargo, ya conocemos su siguiente propuesta. Con el nombre en clave de ‘AP-0’, se trata de un superdeportivo construido enteramente en pura fibra de carbono. Su peso de sólo 1.200 kg -bastante ligero para la categoría- se materializa en detalles como el hecho de que los paneles de la carrocería dejan al descubierto algunos puntos del chasis.

En cuanto a su estética -que trae un lejano recuerdo de los prototipos que participan en resistencia-, posee un importante papel aerodinámico. El ‘spoiler’ frontal canaliza el aire por debajo del piso, cuyo carenado termina por repartirlo entre las ruedas traseras.
La planta motriz -eléctrica, por supuesto- cuenta con una potencia de 484 kW, o 650 CV según la manera tradicional. Unido su ligereza, le permite alcanzar una velocidad máxima de 305 km/h y acelerar hasta los 100 km/h desde parado en apenas 2,3 segundos. No obstante, las mejores cifras proceden de su batería de iones de litio. Pesa tan sólo 550 kg, promete una autonomía de hasta 515 km… y puede recargarse hasta el 80% en unos 15 minutos gracias a su toma CCS.

A pesar de su ‘radicalidad’, el AP-0 es muy tecnológico. Cuenta con un Lidar -instalado en el techo- que le permite reconocer todo lo que le rodea. La detallada información que recibe -trazado, perfil, tráfico cercano…- la utiliza para gestionar sus ayudas a la conducción -las cuales le otorgan un nivel 3 de autonomía- y, asimismo, para ofrecerte una representación holográfica -mediante realidad aumentada- que te anima a tomarte el día de tandas en el circuito como si fuese un videojuego. Pero, cuidado… Aquí, si chocas, es ‘game over’…