El primer pedido de Francia consta de 14 unidades de trenes de hidrógeno de Alstom. El diseñador y fabricante de estos trenes puso en funcionamiento el primero de ellos en el año 2018, en Alemania. Asimismo, la compañía francesa participa actualmente en proyectos de hidrógeno en otros países europeos como Reino Unido o Italia.
Los nuevos trenes tienen una velocidad máxima de 160 km/h y pueden transportar hasta 220 pasajeros. Miden 72 metros de longitud y posee el mismo rendimiento que la versión bimodal diésel-eléctrico. Además, son capaces de recorrer 1.000 km sin tener que recargar. Se prevé que entren en funcionamiento en el año 2024.
En principio, estos trenes rodarán por las regiones de Auvernia-Ródano-Alpes, Gran-Este y Occitania -además de las mencionadas anteriormente-. El contrato de compra se cerró en casi 200 millones de euros. La firma de este contrato fue presidida por el ministro de Transportes francés Jean-Baptiste Djebbari.
Una historia sostenible
Pero, esta iniciativa no solo es cosa de Francia. De hecho, es el tercer país de Europa en introducir trenes de hidrógeno. En España, en 2019 se presentó el primer prototipo de un sistema de pila de combustible de hidrógeno creado por Talgo. Estaba destinado a la plataforma Vittal de Cercanías y Media Distancia -pero permite su instalación en cualquier tipo de tren-. De hecho, esta última característica es una de sus ventajas más destacables.
La pila de hidrógeno se encarga de obtener energía a partir del hidrógeno que transporta el tren en sus tanques. Talgo, por su parte, empleará fuentes de energía renovable -como la eólica o fotovoltaica- para obtener el hidrógeno.
Entre la pila de combustible y los motores eléctricos del tren existe una alternativa, las baterías intermedias. Estas baterías ayudan durante la aceleración, sobre todo en la fase de arranque y aprovechan los momentos de frenada para recargarse.
Sin embargo, el primer fabricante que puso en marcha trenes propulsados por pilas de combustible fue Alstom. El Coradia iLint comenzó a funcionar con pasajeros en septiembre del año 2018, con dos vehículos en servicio regular en Baja Sajonia, Alemania. Tras un año y medio de pruebas y alrededor de 190.000 km recorridos, se ha comenzado su producción en serie. Se prevé que a partir de 2022 se entreguen los trenes al cliente y sustituyan a las unidades actuales diésel.