Expertos HC

Cómo han cambiado las radios de los coches… y qué será lo siguiente

Las radios llevan 100 años entreteniéndonos en nuestros viajes por carretera. Un siglo en el que la tecnología que las hace posibles ha cambiado mucho. ¿Qué es lo que ha cambiado en este tiempo y qué vendrá en el futuro?

Hace no demasiado tiempo se anunció que los fabricantes de automóviles, según una Directiva Europea, deberán instalar equipos de radio dotados con la tecnología de radio digital DAB/DAB+. Si bien esta tecnología aporta una gran calidad de audio y una mejora en el aprovechamiento del espectro radio, además de otras ventajas, España, en la actualidad, dispone de una cobertura muy limitada.

Solo es posible recibir DAB en Madrid y Barcelona -y solo en determinadas zonas-, estimándose su cobertura como máximo en un 20% de territorio nacional. En cambio, países como Noruega ya ha iniciado un «apagón» progresivo de la radio FM analógica en 2017.

A la escasa cobertura, se suma la falta de receptores DAB en la población, e incluso el desconocimiento por parte de los usuarios de esta tecnología y sus implicaciones. Por tanto, esperemos que realmente se impulsen estas tecnologías por parte de los actores implicados, y salga del estancamiento en el que se ha sumido la radio DAB en España desde hace más de 15 años. Mientras tanto, en este artículo resumiremos brevemente la historia de la radio en el automóvil.

Las primeras radios de a bordo

El comienzo de la radio en los automóviles, como en cualquier otra tecnología novedosa, tuvo que afrontar grandes retos técnicos y comerciales. Los primeros prototipos desarrollados en los años 20 tenían enormes limitaciones técnicas y de usabilidad: había que parar el coche para evitar las interferencias del motor para recibir las estaciones y se debían desplegar grandes antenas exteriores. Por no hablar del tamaño y peso del propio equipo -decenas de kilogramos- y las baterías adicionales que se debían transportar. Además, el precio de estos primeros equipos y su instalación era tan elevado casi como un automóvil. Uno de los primeros coches en incorporar la radio -eso sí, a un precio astronómico- fue el Ford T en 1922.

Imagen de la primera patente de radio para coches que presentó William M. Heina en 1926.

Es muy complicado designar un único «inventor del autorradio», aunque debemos señalar que, según el Registro de Patentes de EE. UU., la primera persona en solicitar la patente de un «aparato de radio portátil» para automóvil fue William M. Heina en 1926. Probablemente los primeros experimentos de radio en automóviles surgieron mucho antes, a finales del siglo XIX, con el propio desarrollo de la radio como nueva tecnología. Pioneros como Tesla, Marconi o en este caso en particular, el americano Lee de Forest -inventor de la válvula de triodo-, ya realizaban demostraciones de esta tecnología “sobre ruedas” en los primeros años del siglo XX. Más adelante, coincidiendo con las primeras transmisiones comerciales en EE. UU. y la eclosión de la industria del automóvil en este país, comenzó realmente a desarrollarse esta incipiente industria del autorradio.

Uno de los primeros equipos en comercializarse en EE.UU. como radio de coche en 1930 fue el modelo Motorola 5T71 de Galvin Manufacturing Corp. que luego fue la famosa compañía Motorola, cuyo nombre precisamente parece que viene de añadir el sufijo “ola” a «motor», por razones de marketing, cuando comenzaron a distribuir sus radios de coche.

También fueron famosos en aquellos años los equipos Philco Transitone, adquiridos por la Dodge especialmente para sus coches. Mientras, en Europa, Blaupunkt llega también a acuerdos con marcas de automóviles para instalarlos en sus modelos de gama alta, siendo luego en los años 50 pioneros a la hora de incorporar la FM a sus autorradios.

Imagen de una radio de coche clásica incrustada en el salpicadero
Foto: Piqsels.

Las radios se vuelven habituales

A partir de los años 60, con la llegada de la radio a transistores, se avanzó notablemente en la difusión masiva de la radio en automóviles debido, entre otras cosas, al abaratamiento de los equipos. En 1963, empresas como Delco Remy o la citada Motorola anunciaban ya sus aparatos con dos bandas: AM y FM. Poco después, la empresa Philips lanzó los primeros reproductores de casete

Todavía se debían tener en cuenta muchas cuestiones técnicas como el hecho de que no había conductos de preinstalación, o que los motores generaban muchas interferencias en ciertas bandas.

En estas épocas, instalar los autorradios no era algo baladí. Todavía se debían tener en cuenta muchas cuestiones técnicas como el hecho de que no había conductos de preinstalación, o que los motores generaban muchas interferencias en ciertas bandas, por lo que se tenían que instalar sistemas antiparasitarios, antenas telescópicas y ajustar los equipos correctamente. Además, el coste de los aparatos y su instalación eran caras y se debían tener en cuenta.

Las radios en las carreteras españolas

En nuestro país, Marconi Española S.A., que ya era un referente en el mundo de la radio desde los años 40, comenzó a fabricar diferentes modelos de autorradio para coches, coincidiendo esta vez con la venta masiva de automóviles en España durante los años 60.

Uno de sus modelos, el RA-121, era un receptor adecuado para los Renault Dauphine y los Seat 1400 que incluía varias bandas: OM -Onda Media- y OC -Onda Corta-. Por ejemplo, en el famoso Seat 600 se podía instalar el modelo Marconi RA-106, en este caso solo con OM. Más adelante aparecerían grandes innovaciones en los autorradios como los sistemas ARI, el RDS, avisos de tráfico, la radio digital, sistemas de audio con CD, lector de archivos de sonido, etc.

Una imagen icónica de los 80 en España es la del conductor que se lleva su radio extraíble, otra de las innovaciones de los sistemas de autorradio para coches, para evitar los robos, muy frecuentes en los automóviles de aquella época.

Cubrir la necesidad de estar de alguna forma «conectado» con el mundo exterior, mucho antes de que existiera Internet, ha sido casi siempre tarea de la radio.

Cubrir la necesidad de estar informado mientras conducimos hacia nuestro lugar de trabajo, de entretenerse en largos viajes por carretera, en definitiva, de estar de alguna forma «conectado» con el mundo exterior, mucho antes de que existiera Internet, ha sido casi siempre tarea de la radio, y mucho más cuando es usada en un medio de transporte tan utilizado como el automóvil.

Como curiosidad histórica de los autorradios, hay que mencionar que hace algunos años se subastó el lujoso Mercedes 350SL descapotable de Nicolae Ceaucescu -dictador rumano que fue fusilado junto a su mujer en 1989-, comprado en 1972, y que llevaba instalada un sistema de radio de alta gama marca Becker de Onda Corta en la guantera, como extra de la radio principal. Se dice que encargó personalmente a la policía secreta rumana de la época, la Securitate, las mejoras de seguridad del interior del vehículo, además de otras adaptaciones especiales.

La actualidad… y el futuro de las radios

Hoy, en mi opinión, nos encontramos en un momento de transición tecnológica en la radio del automóvil. Muy probablemente -de forma voluntaria o «a fuerza de normativa»-, terminaremos usando una radio muy diferente a la que hemos conocido en este pequeño resumen histórico.

Tarde o temprano adoptaremos mayoritariamente formatos digitales como el DAB/DAB+, o consumiremos los contenidos directamente a través de IP/5G.

Las radios de coche, por su calidad e instalación, suelen ser bastante buenas para recibir señales a larga distancia, sobre todo si nos alejamos de las grandes ciudades.

Hay muchos fabricantes que, por ejemplo, ya no instalan en sus vehículos radios con Onda Media, con las que, por las noches y cuando se daban las condiciones de propagación adecuadas, me entretenía siempre que podía buscando en el dial del equipo de radio de mi viejo Audi estaciones en lugares distantes como Argelia, Italia o Reino Unido… Y es que las radios de coche, por su calidad e instalación, suelen ser bastante buenas para recibir señales a larga distancia, sobre todo si nos alejamos de las grandes ciudades.

Si tenéis sistemas de radio con MW/OM -Onda Media-, os recomiendo probar durante la noche, y buscar en modo manual -y con paciencia- para recibir estas señales lejanas. Seguro que, si nunca lo habéis hecho, os sorprenderá recibir las estaciones del extranjero. Es otra forma de practicar la radioescucha.

Imagen de la radio de un coche en la pantalla del sistema de infoentretenimiento

En el futuro, probablemente mejorará la calidad de audio, de la elección de contenidos, la posibilidad de reproducir podcast, etc. Aunque, personalmente -no sin cierta nostalgia, admito-, prefiero que la radio analógica nos acompañe todavía muchos años.

¿Y la ciberseguridad?

Adoptar estos avances en los sistemas de radio también tendrá repercusión a nivel de seguridad, y obviamente no solo en los automóviles.

Por desgracia a cambio de las ventajas citadas, es muy posible que también en esta parcela esté afectada nuestra privacidad. Se dejará un registro de, por ejemplo, qué escuchamos, dónde, cuándo y cómo -y quién sabe si también nuestras motivaciones-; convirtiendo a nuestro vehículo, como ya ocurre en la actualidad, en un «dispositivo conectado más», con sus ventajas e inconvenientes. En uno de los miles de millones de apéndices IoT que conforman esto que llamamos Internet, y que cada vez es mucho más complejo y extenso.  

Aunque, como es lógico, es un proceso ya imparable e irreversible. Solo queda desear, hoy más que nunca, larga vida a la radio.

Soy consultor de seguridad. Me he especializado en el hacking de radiofrecuencia, seguridad, OPSEC, comunicaciones encubiertas y técnicas SIGINT (Signals Intelligence). Además, soy miembro de Mundo Hacker TV Team. Por otra parte, he escrito artículos libros especializados en seguridad y hacking y he colaborado en programas de TV y radio a nivel nacional, en temas relacionados con la ciberseguridad y radiofrecuencia, además de en prensa escritas (El País o El Confidencial). Fui reconocido en 2018 como TOP25 influencer en ciberseguridad en España. También he participado como ponente en diferentes eventos de hacking y seguridad a nivel nacional e internacional y he sido nombrado mentor en la I Liga de Retos en el Ciberespacio organizada por la Guardia Civil.
  1. Muy buen artículo David, ofreces una perspectiva amplia de la evolución técnica de la recepción de radio en los coches, junto con pinceladas históricas extras que suman en su divulgación. Larga vida a la Radio!!

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