Como cualquier país, Francia dispone de su parque móvil de vehículos, algunos de los cuales tienen que prestar servicio a las más altas autoridades, incluyendo a los miembros de la Presidencia de la República Francesa. Uno de los integrantes de esa flota de modelos es el DS7 Crossback Élysée, basado en la versión híbrida enchufable de 300 CV que ofrece la gama de este modelo.
Y no es la primera vez que esta marca está al servicio de la presidencia; desde que se proclamase la Quinta República, han sido coches oficiales modelos como el DS, el SM, posteriormente lo fue el DS5 y ahora el mencionado DS7. Este último, de hecho, fue el que lució Emmanuel Macron durante su investidura, allá por el año 2017.
Ahora, se suma esta variante con tecnología híbrida enchufable. Y, efectivamente, hay algo especial en estas unidades: si te fijas bien verás que se ha alargado 20 cm la carrocería -ahora llega a los 4,79 m, con una distancia entre ejes que crece hasta los 2,94 metros– a partir de la zona del pilar central, con el objetivo de ofrecer más espacio en la parte posterior que, en más de una ocasión se empleará como oficina móvil, algo a lo que ayudan un total de 54,5 dm de espacio disponibles para las piernas.
Hay otros cambios, como que en esas plazas en lugar de haber una banqueta corrida, se han instalado dos asientos independientes, separados por un amplio reposabrazos. No faltan, además, cargadores inalámbricos para teléfonos móviles que sean compatibles con dicha tecnología, puertos USB y un portadocumentos.
El resto de los cambios en esta unidad lo componen las luces tipo flash azul/rojo en la parte delantera, los portabanderas extraibles en las esquinas del morro, unas llantas de 20″ específicas o la presencia de una antena que delata al sistema de telecomunicaciones cuyo uso está reservado a la República Francesa.
Avanzado… pero con cuidado
Los sistemas de ayuda al conductor y monitorización del entorno son algo que se ha ido estandarizando, hasta llegar al punto de que ya son frecuentes de ver incluso en utilitarios de gama baja.
Sin embargo son los coches de gama alta los que suelen incorporar la tecnología más avanzada en esta materia, sabedores de que sus clientes buscan un aspecto diferenciador y quieren estar a la última, sin importar el coste.
Éste es el caso del DS7 Crossback, un SUV considerado ‘premium’ y que incorpora una serie de elementos tecnológicos pensados para hacer más cómoda y segura la conducción. No obstante en demasiadas ocasiones nos hemos topado con que estos elementos, si no se encuentran debidamente implementados, pueden ser la puerta de entrada ideal para un ciberataque.
Así las cosas, vamos a analizar dos de sus sistemas para ver si -sobre el papel- son seguros o si, por el contrario, pudieran causar algún problema a sus pasajeros o a la privacidad de los viandantes.
DS Connected Cam -cámara conectada-
Se trata de una cámara situada en el brazo del retrovisor central, que apunta hacia el frente. Es capaz de tomar fotografías y, en caso de colisión, guarda los tres últimos minutos de vídeo previos al impacto. Para controlarla, puedes descargar una aplicación -llamada igualmente DS Connected Cam- en tu móvil.
Este punto podría parecer bastante polémico, debido a que la legislación española es estricta en lo que respecta a la grabación de imágenes -o toma de fotografías- si en ellas se captan datos personales, como rostros de personas o matrículas de otros vehículos.

No obstante, tras consultar con Jacob Peregrina -experto en derecho digital- nos confirmó que no habría problema en instalar un sistema así, siempre que la grabación solo se activase en caso de producirse un evento concreto. Además estas imágenes tan sólo pueden utilizarse en el ámbito judicial, y únicamente deberían poder acceder a ellas personas autorizadas para tal efecto.
Posteriormente, tras la extracción de las imágenes éstas deberán modificarse para difuminar toda información de carácter personal que apareciese en ellas y no sea esencial para determinar responsabilidades. Finalmente, las grabaciones deberán eliminarse una vez hayan prescrito las acciones legales.
DS Connected Pilot
Se trata de un control de crucero adaptativo con función Stop & Go, que es capaz de girar el volante sin intervención del conductor. Para que funcione correctamente, la cámara instalada en el frontal del vehículo debe distinguir bien las líneas del carril de la autopista.
Este requisito podría -en teoría- animar a que un atacante intentase confundir este sistema modificando el trazado de la carretera -mediante pegatinas o pintura- y consiguiendo que el vehículo se salga de su carril, tal y como ya se demostró hace meses con la función Autopilot de Tesla.

Esto es solo una suposición y, hasta que no se compruebe a fondo el sistema de reconocimiento de carril, no se puede afirmar que el DS 7 Crossback sufra también este problema.
Como ves los vectores de ataque que se pueden utilizar son variados, y aumentan conforme se añaden sensores y sistemas conectados. Siempre, claro está, que las redes internas del vehículo –a las cuales se vinculan– no se segmenten de forma adecuada, y los dispositivos no se revisen antes de pasar a producción.