La CIA: agentes secretos, misiones encubiertas, secretos de estado y guerras frías… ha sido motivo de argumentos para inspirar libros y películas durante décadas, consiguiendo entretener y hacer disfrutar a la población.
Sin embargo, los expertos de ciberseguridad y criptografía, que trabajan continuamente para garantizar la seguridad de la información de la población, utilizan esas mismas siglas para lograr lo que en este ámbito se denomina ‘confidencialidad, integridad y disponibilidad’: es decir, las siglas en inglés de CIA.
La información almacenada o transmitida siempre ha sido un activo valioso, y más en este último siglo, ya que la información puede convertirse en conocimiento y poder. Por ello, la seguridad de la información trata de proteger la información mediante la criptografía, con el objetivo de garantizar el triángulo CIA.
La confidencialidad de la información hace referencia a la necesidad de que dicha información solo sea conocida por el emisor y el receptor, impidiendo que cualquier otro actor pueda interceptar e interpretar el mensaje.
Mediante la integridad de la información se asegura de que la información emitida es recibida por el receptor de forma completa y sin modificaciones o alteraciones, obteniendo todo el mensaje que contenía la información.
Por último, la disponibilidad garantiza que el mensaje va a poder ser transmitida y recibida ante cualquier circunstancia, ya sea en una comunicación o almacenamiento.
Además, para garantizar la seguridad de la información, el método de encriptación deberá garantizar el no repudio del mensaje, es decir, que se deberá garantizar que el emisor y el receptor no han sido suplantados, ya que la comunicación o el almacenamiento carecería de verosimilitud.
Hoy en día, el método de encriptación que se utiliza principalmente y que garantiza el triángulo CIA de la seguridad de la información es AES: Advanced Encryption Standard. Así, podremos estar seguros de que nuestra información se encuentra protegida y dedicarnos a ver películas de acción y suspense.
Mikel Bilbao Hernández / Área Técnica de EUROCYBCAR