Es curioso que siendo un enorme grupo automovilístico, Volkswagen no siempre haya sido ‘el primero’ en hacer algo durante el siglo XXI. Es cierto, que históricamente inventaron cosas tan interesantes como los GTI, popularizaron los turbodiésel de inyección directa -los míticos TDI- y hasta han presumido de contar con un modelo que anunciaba un litro de consumo medio.
Con todo, hay veces que han ido a rebufo de la competencia, como cuando comenzaron a expandir su gama de SUV al segmento de los compactos y los urbanos o bien para apostar por algún tipo de hibridación. Y tampoco fueron los primeros en apostar por una gama de modelos completamente eléctricos, si bien es cierto que su reacción, con la llegada de la familia ID, sí que ha sido digna de lo que representa este conglomerado industrial de origen alemán.
De hecho, esos modelos ID van a contar, en dos años, con un nuevo hermano pequeño que supone muchas cosas, todas ellas interesantes, como iremos viendo. Para empezar, el llamado ID.2 será un modelo de unos cuatro metros de largo, es decir, algo equivalente a un VW Polo.

Sin embargo, asegura la marca que su precio cuando se ponga a la venta partirá desde los 25.000 euros, sin tener en cuenta posibles subvenciones -que, de mantenerse por aquel momento en nuestro país, más posibles campañas, podría hacerle bajar de los 18.000 euros, si bien habrá que esperar a que la inflación no siga haciendo de las suyas en los años venideros-.
Eso puede hacer que sea cierto el nombre de ‘concept’ que aún tiene este modelo, ID.2all, que es un como un juego de palabras para decir que es un ID ‘para todos’.
Aunque hablemos de un modelo de tamaño recordado, el ID.2 pretende ser lo que hace apenas un cuarto de siglo era el modelo que servía para una gran mayoría de usuarios: un compacto tipo VW Golf, Peugeot 306, Opel Kadett, Ford Escort…
Es decir, un modelo muy bien aprovechado porque, en apenas cuatro metros de longitud, podía transportar a cuatro/cinco pasajeros, más un buena cantidad de equipaje. Respecto a esto último, la marca asegura que contará con un espacio mínimo de 490 litros, ampliables a 1.330 si se abaten los asientos traseros.
Debut de una nueva plataforma
¿Cómo es posible que midiendo como un Polo supere en espacio a un Golf? Aquí empiezan a apreciarse las ventajas de ser un coche eléctrico y utilizar una nueva plataforma, la conocida como MEB Entry -y que, en el futuro, también debería usar un modelo como el Cupra Urban Rebel-.
Con su tracción y motor situados en la tracción delantera, y debido al pequeño tamaño de este tipo de propulsores, así como su menor necesidad de elementos auxiliares, se podrá aprovechar al máximo la parte delantera del coche, adelantando el habitáculo todo lo posible.
Otras dimensiones que permiten contar con un interior sumamente bien aprovechado son la distancia entre ejes de 2,6 metros, la altura total de 1.53 m -en ese sentido recuerda al ID.3-, una buena anchura de 1,81 m y la ya mencionada longitud de 4,05 metros.
Del diseño, hay elementos que recuerdan a los ID eléctricos de la marca, como puede ser la firma visual que proporciona sus luces de led. Sin embargo, hay detalles curiosos, como que el pilar ‘C’ aseguran estar inspirado en el del primer Golf. Disponible únicamente con la carrocería de cinco puertas, al menos en su formato concept, el ID.2 puede calzar llantas de hasta 20″ sobre unos generosos neumáticos de 225 mm de ancho que habrá que ver si, al menos de serie, se incluyen en el modelo definitivo.
Por lo demás, diríamos que en el exterior será más convencional que rompedor, pues no hay espejos retrovisores que sean cámaras, el frontal está bastante ‘carenado’ pero con algunas entradas de aire y hay manecillas convencionales para las puertas delanteras, si bien las de las traseras van próximas a las ventanillas. Podrá equipar un gran techo panorámico y, en cuanto a la toma de corriente, al menos en las fotos, parece que estará muy bien integrada.
Otra gran noticia es que este ID.2 en su versión definitiva se fabricará en España y formará parte de uno de los diez nuevos vehículos que la firma Volkswagen tiene previsto lanzar de aquí a 2026.
Por citar a algunos de ellos, en breve llegará el renovado ID.3, también veremos el ID.Buzz con distancia entre ejes alargada, la berlina ID.7, un SUV eléctrico compacto… y quizá en último lugar, un ID.1, es decir, un microurbano más pequeño que el ID.2 con un precio que baje de los 20.000 euros, antes de ayudas -y puede que unos 13.000 con ellas-. El reto es gigantesco: tener una cuota del mercado que suena casi a ‘monopolio’, con un 80%.
Volviendo al ID.2, su interior ya hemos dicho que será amplio, además de inspirarse en los últimos modelos de la marca en cuando a simplificación, sencillez o en apostar por una presentación con tonos claros. Al menos por lo que se puede apreciar en las primeras imágenes, parece que se ha cuidado mucho la selección de materiales empleados -menos plásticos y más tejidos-, el empleo de unos buenos asientos…
Además, como es lógico, la parte tecnológica se ha cuidado enormemente; hay una instrumentación digital más grande que en los actuales ID.3, además de ser mucho más configurable, pudiendo adoptar una apariencia que recuerde a los cuadros de relojes de los Volkswagen más clásicos. En la consola central, todo el protagonismo para una gran pantalla del dispositivo multimedia.

No deja de ser curioso que la marca haga énfasis en que mandos como el del volumen del dispositivo o el climatizador van en un conjunto aparte y son ‘convencionales’, lo mismo que se podría decir del volante -muy achatado por la parte inferior-.
Un selector tras el volante para el ‘cambio’ -que este coche no tiene, pero sí para escoger entre marcha atrás, adelante, punto muerto-, un cuidado sistema de iluminación ambiental, cuatro mandos para los elevalunas eléctricos, botones ‘clásicos’ para el alumbrado exterior y un mando giratorio para lo que quizá sea un selector de modos de conducción, terminan por redondear un interior que parece de lo más acertado en los últimos tiempos de VW -salvo por el botón del warning, situado en la zona del techo-.
Ojo al software… y la ciberseguridad
Aseguran que el modelo contará con otra importante ventaja, en forma de ‘software excepcional’, lo que nos hace pensar que el modelo se podrá actualizar de forma remota e ir incorporando mejoras, incluyendo elementos de equipamiento adicional bajo demanda, una vez que el coche ya esté en manos del propietario.

Por otro lado, teniendo en cuenta la fecha de llegada del modelo a los mercados, ya tendrá que contar, de manera obligatoria, con un certificado que demuestre que estamos ante un vehículo ciberseguro, tal y como establece la normativa UNECE/R155.
En cuanto a la mecánica, habrá que ver en el futuro el número de opciones para elegir, pero parece que como tope de gama habría un propulsor completamente eléctrico con una potencia de 226 CV. De nuevo, al estilo Tesla, VW querría demostrar que aún siendo un coche eléctrico de precio ‘razonable’, las prestaciones estarían más que garantizadas, con una aceleración de 0 a 100 km/h por debajo de los siete segundos -como un Polo GTI-, siendo la autonomía máxima de hasta 450 km. Y en cuanto a la recarga, el vehículo podría pasar del 10 al 80% en un cargador lo bastante potente en un tiempo de apenas 20 minutos.