Seguramente las que más vas a notar en el día a día tiene que ver con los transportes y la movilidad. Por ejemplo, se quiere potenciar el uso del tren, mientras que los billetes de avión o barco serán más caros porque tendrán que emplear combustibles más ecológicos y más costosos de conseguir.
Por otra parte, también se va a proceder a la paulatina desaparición de los vehículos de combustión. De hecho, en 2035 no se podrán comercializar modelos con motor de combustión, si bien casi todas las marcas ya están anunciando unas gamas 100% eléctricas de aquí a 2030.