
El problema tiene que ver con la que sigue siendo una de las principales pegas de los modelos eléctricos: el tiempo que necesitan para recargarse. Un tiempo que, con el paso de los años no se está acortando, sino todo lo contrario, porque estos modelos, de cara a tener mayor autonomía, cuentan con unas baterías cada vez más grandes.
Una posible solución pasa por los puntos de recarga ultra-rápidos, como los que propone la iniciativa Ionity para Europa, y que está comandada por un grupo de marcas entre las que se encuentra Porsche. Precisamente, la firma germana ha inaugurado en Leipzing, Alemania, uno de estos parques, con 12 puntos que suministran electricidad a una potencia de 350 kW.