El pequeño propulsor de Ford está viviendo una nueva juventud gracias a la hibridación: un nuevo aliado con el que potenciar las que ya eran tres de sus clásicas virtudes: las prestaciones, el consumo y la ‘finura’. A lo que hay que añadir, claro está, el reclamo de que dispone de la etiqueta ‘ECO’ en el parabrisas. Pues bien, este 1.0 suma ahora una nueva variante, demostrando que esta mecánica, al estilo de los Súper Saiyajin, parece haber sido desarrollada para superar sus límites una y otra vez.
El único afortunado que, de momento, va a poder disfrutar de la última iteración de este tres cilindros es el Puma, el SUV urbano de Ford… y, más concretamente, su versión deportiva, conocida por las siglas ST. Es cierto: la gama de este modelo ya disponía de una variante que luce esas siglas y que contaba con un propulsor 1.5 de 200 CV -por desgracia, ya no se oferta en el configurador de la marca, con la llegada de la nueva variante-, pero el nuevo Puma ST 1.0 será interesante por varios motivos.
El primero, que hablamos de un propulsor de 170 CV, el más potente con esa cilindrada del mercado. Con él, el Puma acelera de 0 a 100 km/h en 7,4 segundos, ofreciendo, al mismo tiempo, un razonable consumo medio de 6,3 litros cada 100 km. El segundo, que el modelo se vende solo con cambio automático… y, el tercero, que viene con la pegatina ECO de la DGT.