
Y es que sobre la base de un Giulia Quadrifoglio, la marca italiana ha lanzado dos versiones, GTA y GTA, que se caracterizan por un diseño exterior específico y muy llamativo -sobre todo el ‘m’-, un motor potenciado hasta los 540 CV y una severa dieta que ajusta el peso a poco más de 1.500 kg.
Estos modelos también son diferentes porque entre su equipamiento de serie, aparte de los tradicionales elementos de confort, no faltan cosas que encantarán a los clientes más racing: un completo conjunto de mono, zapatillas, guantes y casco, así como un curso de conducción para sacar el máximo partido al coche.