Estos dos modelos del segmento SUV coinciden en elementos como ofrecer muchas mecánicas donde elegir, buen espacio interior, un nivel elevado de comodidad para un viaje… y un precio razonable para todo lo que llevan de serie.
Sin embargo, el modelo coreano ha apostado por un diseño único y llamativo; mientras que el Ford es más discreto y con cierto toque deportivo. Y luego están las tecnologías; llevan casi las mismas, pero funcionan de manera muy distinta. ¿A qué nos referimos? Lo comprobamos en esta comparativa.