Seguro que en tu casa, en tu coche o en el lugar donde trabajas hay una puerta para entrar. Esa puerta, con toda seguridad, tiene una cerradura con llave, es decir, un mecanismo que evita que personas que no conoces puedan entrar dentro con total libertad.
Pues bien, esa cerradura es el equivalente informático a una contraseña o clave; se trata del sistema que vela por tu seguridad, tu intimidad. Y, lógicamente, cuanto más robusta y fuerte sea dicha contraseña, menos posibilidades hay de que accedan. En este vídeo te contamos maneras de que eso sea difícil que te suceda.