Sin ir más lejos, las mencionadas siglas convierten al modelo GLA en poco menos que un supercoche vestido de SUV. Abrocharos los cinturones, porque esta es una prueba de muy altos vuelos con un vehículo muy tecnológico… pero que está ensamblado a mano, como es la tradición en la casa de Affalterbach.
El resultado es un modelo que consigue extraer 421 CV de un, aparentemente sencillo, 2.0 turbo de 421 CV combinado con una caja automática y un eficaz sistema de tracción total. Y, por supuesto, se mantienen todos los equipamientos relacionados con la parte multimedia o con los asistentes a la conducción.