Fabricar coches no es, únicamente, una tarea compleja en términos de producto. También lo es en todo lo que respecta a sus procesos. Y es que, aparte de asegurar una gran cantidad de materias primas y componentes -si quieres ser un fabricante de gran volumen-, necesitas un amplio espacio para construir y almacenar los vehículos.
No en vano, muchas factorías de todo el mundo operan -por su tamaño- como si de ciudades en miniatura se tratasen. Existen decenas de reportajes y documentales que revelan cómo muchas de ellas poseen complejos residenciales y formativos… e, incluso, líneas de transporte público para comunicar cada sector.
Un micromundo en un recinto cerrado, cuya soberanía depende en exclusiva de la marca dueña del lugar. Esto -que en otras industrias podría suponer un reto inabarcable- abre una gran oportunidad para la tecnología. Especialmente, si hablamos de la conducción autónoma.
Transeúntes con costumbres
Desde hace tiempo, Seat utiliza robots automatizados para trasladar material entre las distintas zonas de su planta de Martorell. Y, ahora, la firma española ha decidido que pueden ‘salir a la calle’.

Sin embargo, esta ‘independencia’ no ha sido fácil de lograr. Para poder desenvolverse en las vías internas de la fábrica, estos robots -dotados con conectividad 4G y tecnología de posicionamiento simultáneo– necesitan que un técnico los guíe en su primer recorrido. A partir de ahí, memorizan la ruta y la repiten, orientándose por su cuenta a partir de referencias que toman del propio entorno. Como si fuesen un trabajador recién contratado, vaya.
¿Y si ocurre algo en ese recorrido? La respuesta la tiene Víctor Palacios, ingeniero de logística de Seat y responsable del proyecto: “Si en algún momento perdiera esa referencia, porque se cruzara algo en su camino que le tapara el mapa que tiene memorizado, el robot se pararía hasta volver a encontrarla”.

Por supuesto, estos ocho robots no circulan solos. Para evitar ‘malos encuentros’ con sus compañeros humanos, se detienen ante cualquier presencia u objeto a menos de 1,5 m de distancia. Además, si dos de ellos coinciden en un punto, son capaces de comunicarse para resolver la situación.