Ateniéndonos a la normativa, dicha etiqueta -por decirlo de alguna manera, la que identifica a los coches más ecológicos y eficientes, sólo por detrás de los que llevan la etiqueta ‘0’ para eléctricos e híbridos enchufables con más de 40 km- le corresponde a aquellos vehículos que pueden propulsarse con gas natural o gas licuado -GNC o GLP-, a los híbridos no enchufables -como el Toyota Prius ‘de toda la vida’- y a los híbridos enchufables que no superen los 40 km de autonomía.
El problema es que la definición de ‘híbrido’, entendiendo como tal un vehículo que recurre a un propulsor clásico -sea gasolina o diésel- y otro eléctrico… no parece ser a la que recurre la DGT para otorgar sus pegatinas.
En los híbridos originales, la idea era que el motor eléctrico y las baterías que lo alimentan fuera lo suficientemente potente como para ser un apoyo del motor principal, bien en forma de empuje extra bien porque permitieran mover el coche exclusivamente con electricidad, aunque fuera pocos metros y a baja velocidad.
Sin embargo, ahora han proliferado los híbridos ‘ligeros’, en los que la parte eléctrica no es capaz de mover un coche, pero con la ayuda de una gran batería y recurriendo al motor de arranque y el alternador sí que tiene fuerza suficiente para suministrar electricidad a todos los elementos periféricos del vehículo -alumbrado, climatización, dirección asistida…- librando de esa tarea al motor principal -con el consiguiente ahorro de carburante-. También aportan un extra al propulsor térmico en momentos como el arranque desde parado, que es cuando un vehículo suele consumir más.
Dicho todo esto, hemos reunido cinco modelos que a pesar de su potencia, elevado peso, precio y prestaciones lucen la etiqueta ECO; ¿cómo lo han conseguido?
Audi A8 50 TDI: desde 100.655 euros
Aparentemente, muchas cosas juegan en contra para considerar la superberlina de Audi un modelo ‘eco’: mide más de cinco metros y supera las dos toneladas -2.050 kg-, tiene un potente motor turbodiésel con 286 CV.

Sin embargo, gracias a la microhibridación y a su sistema eléctrico de 48 voltios compuesto por una batería de iones de litio y un alternador consigue reducir el consumo medio en 0,7 litros, quedándose en apenas 5,6 l /100 km de media. También es capaz de rodar a velocidades de entre 55 y 160 km/h, siempre que las condiciones sean favorables, con el motor desconectado y en periodos de hasta 40 segundos.
Veredicto: Se lo merece… pero porque aquí la microhibridación es otro factor más para que un coche de estas características logre un consumo tan reducido.
Range Rover Evoque 150 AWD Aut.: desde 45.450 euros
La segunda generación de este SUV presume de que toda su gama inicial de motores puede incluir la tecnología Mild-Hybrid y, de esta forma, la etiqueta ECO. Con este sistema, el coche cuenta con mayor par motor, mayor suavidad en el arranque y reduce el consumo y las emisiones.

Es compatible con las mecánicas diésel de 150, 180 y 240 CV de tracción total y cambio automático, así como con las de gasolina, también 4×4 y automáticas, de 200, 250 y 300 CV. Como ejemplo, la variante diésel menos potente marca un consumo medio de 5,6 l/100 km.
Veredicto: No se lo merece. Tecnológicamente es un avance, pero la ganancia en consumo y emisiones no es mucha, comparado con el anterior Evoque -el modelo equivalente consumía 0,9 litros más-.
Lexus LC500 h, 120.000 euros
Es un imponente coupé de 4,76 m de largo que se ciñe al concepto original de lo que era un híbrido: en este caso, combina un propulsor gasolina 3.5 V6 con un motor eléctrico síncrono de imanes permanentes alimentado por una batería de ión-litio de 50 kg de peso con 84 células y capaz de producir 310,8 voltios. En conjunto, este LC ofrece 359 CV, alcanza 250 km/h, acelera de 0 a 100 km/h… pero se conforma con un consumo medio de 6,4 l/100 km.

El motor eléctrico no sólo puede impulsar al LC500 h durante un par de kilómetros a baja velocidad… sino que circulando a velocidades de hasta 140 km/h, y cuando las condiciones son muy favorables -terreno llano o en ligera bajada, poco viento- es capaz de desconectar el propulsor de gasolina durante muchos instantes, con el consiguiente ahorro.
Veredicto: Se lo merece, porque es un híbrido que consigue excelentes resultados, algo aún más sorprendente para un coche tan deportivo.
Infiniti Q50h, desde 36.400 euros
Otro híbrido de concepto clásico, con un motor principal V6 de gasolina y un motor eléctrico que se alimenta de una batería de iones de litio con una capacidad de 1,4 kWh A esta tecnología, la marca la denomina Direct Response Hybrid y tiene como fin, según Infiniti, la de “optimizar el rendimiento, la autonomía y la eficiencia del motor”.

Con una potencia conjunta de 364 CV, esta berlina acelera de 0 a 100 en 5,1 segundos y un consumo medio de 7,9 l/100 km; gracias al motor eléctrico puede desplazarse sin gastar combustible durante los primeros metros. Además, aporta un extra de potencia al seis cilindros, para conseguir que su respuesta sea inmediata e instantánea… y que el consumo sea razonable para un modelo de esta potencia.
Veredicto: No se lo merece. Para ser una berlina de este peso y prestaciones, el consumo global es muy ajustado… aunque exige suavidad extrema por parte del conductor.
Mercedes CLS 450, desde 77.400 euros
Esta ya es la tercera generación de esta berlina-coupé y, sin duda, una de sus grandes novedades técnicas de la nueva gama es la que atañe a esta potente versión, dotada de lo que Mercedes llama EQ Boost. Según la marca, ese término es “sinónimo de enorme aceleración y una circulación silenciosa sin tracción en el modo de planeo, así como un consumo más bajo de combustible”.

En concreto, esta variante lo que hace es combinar un motor de gasolina V6 con un alternador integrado capaz de aportar 22 CV para una cifra total de 367 CV. Es el coche más rápido de los que aquí hemos tratado -de 0 a 100 en 4,8 segundos-, pero también el segundo que más consume -7,8 l/100 km-.
Veredicto: No se lo merece. El consumo es muy razonable, pero Mercedes ya tiene motores de gasolina muy potentes que gastan sorprendentemente poco.