Dos fabricantes automovilísticos alemanes han llegado a acuerdos con Canadá para explotar los minerales de sus reservas. En concreto, Volkswagen y Mercedes dispondrán de un mayor acceso a materiales con los que producir sus baterías para vehículos eléctricos. El gobierno federal de Canadá ha firmado los respectivos memorandos de entendimiento con las dos compañías. Así lo anunció el propio gobierno el día 22 de agosto.
Para el presidente de la Asociación de Fabricantes de Componentes de Automoción de Canadá, Flavio Volpe, semejante acuerdo no tiene precedentes. Volpe describió el papel gubernamental como el de “portero”, para dar la bienvenida a estas marcas y ayudarles a construir relaciones con empresas canadienses.
“A veces, tener al gobierno federal en la sala y prestando apoyo, ayuda a evitar malentendidos, fomentando una mejor voluntad y comprensión”, expone. Volpe concluye celebrando que los acuerdos extenderán el sector automovilístico de Canadá más allá de su núcleo actual, en el sur de Ontario.
El motivo del interés de estas marcas
Los constructores europeos necesitan aprovechar las reservas canadienses para cumplir con las últimas exigencias estadounidenses. Allí, si quieren que sus coches sean elegibles para beneficiarse de ayudas a la compra de hasta 7.500 dólares -cerca de 8.000 euros-, no sólo es imprescindible que se fabriquen en Norteamérica; los materiales de las baterías tienen que procedes de países con los que EE.UU. tenga un acuerdo de libre comercio.
Como parte de sus planes, Volkswagen abrirá una sede en Canadá para PowerCo, la compañía de baterías que acaba de lanzar. Por su parte, Mercedes está optando por colaborar con empresas canadienses en lo que respecta al vehículo eléctrico y sus cadenas de suministro.
Entre los minerales críticos a los que estos fabricantes obtienen acceso, se encuentran el litio, el níquel, el cobalto y el grafito. Todos ellos son comunes en algunas zonas del norte de los estados de Ontario y Quebec.
Espaldarazo para la automoción canadiense
En Canadá, 500.000 puestos de trabajo dependen del sector del automóvil, aportando 16.000 millones de dólares canadienses al PIB -unos 12.400 millones de euros-. Los acuerdos de Volkswagen y Mercedes-Benz es firmaron coincidiendo con la visita oficial del canciller alemán, Olaf Scholz. En el caso de Volkswagen, será uno de los últimos documentos que firme su consejero delegado saliente, Herbert Diess, cesado a partir del 1 de septiembre.
Por parte del gobierno canadiense, el firmante es el propio ministro de Innovación, Ciencia e Industria, François-Philippe Champagne. El momento de las firmas contó con la presencia de Scholz y del primer ministro de Canadá, Justin Trudeau. Éste último destacó el papel de Canadá para que la extracción de materias primas no se realice en países con regímenes autoritarios.
Por su parte, Stellantis alcanzó su propio acuerdo en marzo para instalar en Canadá una fábrica de baterías; y General Motors ha anunciado la ampliación de dos de sus plantas en el país para producir vehículos eléctricos.