Piensa, así rápidamente, en tu deportivo preferido. ¿Ya lo tienes? ¡Bien! Imagina ahora -a renglón seguido- que te permiten elegir dónde disfrutar de él. Muy posiblemente pensarás en largas y reviradas carreteras como, por ejemplo, el Paso del Stelvio o el Transfagarasan. O tal vez sólo quisieras exprimirlo a tope en ese circuito mítico que siempre quisiste visitar.
Sea como fuere, estamos seguros de que lo único que jamás se te ocurriría sería practicar con él una conducción ‘offroad’. Sin embargo, hay una cantidad importante de personas dispuestas a discrepar contigo. Y es que el mundo es lo suficientemente grande como para acoger a quien gusta de llevar su Ferrari al desierto.
La competición también tiene un gran número de locuras. Como las ‘perrerías’ que los preparadores de Porsche perpetran contra el ‘pobre’ 911, siendo la más conocida de ellas su faceta de corredor de rallys. Talleres como el de los hermanos Almeras -o, sin ir más lejos, nuestros Sergio y Diego Vallejo– han llevado a este mito a rubricar días de gloria muy lejos de los circuitos.
Cuerpo vaquero, alma de raid
De entre todos aquellos con el valor -y el permiso- para modificar un 911 en serio, Gemballa y RUF están a la cabeza. Y ha sido precisamente Alois Ruf quien ha presentado al mundo un homenaje -en forma de concept- a las versiones más aventureras.

Con el nombre de Rodeo, este prototipo está basado en el mismo chasis monocasco de fibra de carbono que utilizan los modelos comerciales del preparador. Esto le convierte -según afirman ellos mismos- en el primer vehículo todo terreno construido íntegramente en este material.
Destaca por poseer un espíritu mezcla de varias inspiraciones. Su ‘vestimenta’ -en primer lugar- es la de un ‘cowboy’, cosa que puede contemplarse en detalles como los tonos de la carrocería, o el tapizado interior. Pero, por otro lado, los detalles de diseño nos transportan inevitablemente a África… y al Dakar, donde el 911 escribió varias páginas de oro.

Por supuesto, tratándose de un RUF, el motor también debía ser algo especial. Bajo el capó trasero -tradición, después de todo- se encuentra el especial seis cilindros bóxer de la casa de Pfaffenhausen, de cuatro litros de cubicaje y 510 CV de potencia. Y, para garantizar que no te quedarás atascado en ninguna duna o barrizal, cuenta con tracción integral y una suspensión sobreelevada.