Antes de empezar, qué debes saber del Espace
Que es el monovolumen de gran tamaño de Renault: con sus 4,857 m de largo y 1,677 m de alto es más grande que el Renault Grand Scénic. Eso le permite ofrecer un interior con hasta siete plazas y 247 litros de maletero o bien una configuración para cinco personas y hasta 888 litros de maletero -si los asientos de la segunda fila se llevan lo más adelantados posible-.
Que la versión analizada es la más potente de la gama: dispone de un motor 1.8 turbo -TCE- gasolina con 225 CV. Con esta potencia, este Espace alcanza 224 km/h y acelera de 0 a 100 km/h en 7,6 segundos. El consumo medio declarado por la marca es de 6,8 l/100 km. Esta versión se vende sólo con tracción delantera y un cambio automático de doble embrague con siete velocidades.
Que la variante Initiale Paris es la más lujosa de la gama; su precio de tarifa es de 50.900 euros, pero que con las actuales promociones de la marca se puede conseguir por 44.537 euros. De serie incluye elementos como los sensores de aparcamiento alrededor del vehículo con cámara trasera, el sistema de ayuda a la frenada de emergencia, el sistema de frenada asistida, la alerta de distancia de seguridad -te muestra en la instrumentación la distancia que te separa del coche precedente reflejada en segundos… y en caso de que se reduzca mucho te advierte-, el avisador de obstáculos en el ángulo muerto de los retrovisores, la alerta por cambio involuntario de carril, el lector de señales de tráfico con alerta por exceso de velocidad, la iluminación ambiental del interior, el sistema multimedia R-Link2, la compatibilidad con Apple Car Play y Android Auto, el sistema de navegación, el acceso y arranque manos libres, el climatizador automático de tres zonas, el selector de modos de conducción (Multi-sense).
Que entre sus opciones destaca: el pack cruising -con control de velocidad adaptativo o sistema HUD de proyección de datos, por 1.026 euros-, el pack City -con aparcamiento automático y portón trasero de apertura eléctrica por 918 euros-, el sistema de entretenimiento para las plazas traseras -con dos pantallas integradas en los reposacabezas, un lector de DVD, dos auriculares Bluetooth y dos mandos a distancia por 972 euros-,
El Espace ya sólo se vende con una carrocería; antes existía una variante alargada que ofrecía más capacidad de maletero. La tecnología era la misma en ambas variantes
Seguramente hay muchos motivos para considerar clave al Espace dentro de la gama Renault. Uno de los fundamentales es el de haberse convertido en el coche con más historia dentro de la marca; no en vano su primera generación data de mediados de los 80.
Además, su aparición no fue la de “un modelo más” en el mercado, sino que inauguraba -en dura pugna con el Chrylser Voyager que hacía lo propio al otro lado del océano- el concepto de vehículo monovolumen. En pocas palabras, el Espace ofrecía en el tamaño de una berlina un enorme espacio interior. De hecho, muchas de las campañas de publicidad que le acompañaron a lo largo de los años hacían hincapié en esa cualidad y en considerar una buena habitabilidad como un lujo.
Pero el Espace también ha sido capaz de locuras tecnológicas que han quedado para la historia. No hay más que recordar cuando a Renault y su escudería de Fórmula se les ocurrió crear el Espace F1: básicamente un monoplaza con motor V10 y… la carrocería de un Espace. Así que viendo todo esto, queda claro que el Espace es como ese buen amigo que tiene grandes historias que contar de su pasado… y que sabes que siempre tiene algo interesante pensado de cara a su futuro.
Por eso, cuando hace unos cuatro años el Espace presentó su quinta generación, volvió a acaparar portadas. Y con motivo porque, desde 2014, este Renault ya no ha vuelto a ser el mismo…
La marca francesa, como el resto de sus competidoras, han visto que el fenómeno monovolumen ya no tiene el tirón de antaño, y que ahora se lleva ‘lo SUV’. Pero, claro, en un modelo con tanta tradición y un concepto tan definido, tal vez no le sintiese bien -ni al coche ni a sus miles de fans por todo el mundo- un cambio radical, por mucho que el producto resultante conservase el nombre ‘Espace’.
Así que la solución, lógica y bastante interesante, fue la de lanzar lo que hoy en día se conoce como ‘crossover’, en este caso, una combinación de la practicidad, amplitud y modularidad de un monovolumen con la estética y robustez que transmiten los todo camino. Pero el Espace ha sido mucho más que eso para Renault: ha sido lo que suele representar un Clase S para Mercedes o un Serie 7 para BMW. Un adelanto de futuro, una guía de hacia dónde iba a ir el resto de su gama de modelos en los años venideros.
Y es que tras el Espace llegaron los Mégane, Scénic, Talismán, Kadjar o Koleos, todos ellos inspirados por el hermano mayor -por edad-. Un adelanto sobre todo tecnológico, porque las soluciones que hicieron su debut rápidamente se extendiero por toda la familia Renault. Hemos aprovechado para hacer un repaso de las más significativas, conocer cuáles son y descubrir si siguen siendo válidas.
Una luz para guiar al resto
Si te aproximas mucho a uno de los faros delanteros del Espace, puedes leer lo siguiente: ‘Led Pure Vision’. O, dicho de otra forma, faros delanteros con todas las funciones a base de leds, más modernos que unas lámparas de xenón y, por supuesto, más potentes, eficientes e incluso atractivas que las bombillas halógenas. Hay muchas razones por las que destacan estos faros, aparte de por su mencionada eficacia, en esta versión Initiale Paris disponen de asistente para cambiar de manera automática entre cortas y largas.
Este sistema utiliza una cámara para ver si al circular de noche -y a partir de cierta velocidad- hay algún vehículo al que podamos deslumbrar. En ese caso, el coche cambia automáticamente de luz larga a luz corta… y en cuanto vea que ya no hay riesgo de deslumbramiento, vuelve a conectar las luces ‘de carretera’.

Su funcionamiento en general es muy bueno; distingue bien lo que son los faros de otros coches de lo que puede ser, por ejemplo, el reflejo de nuestras luces contra alguna señal. Es muy rápido cambiando a luz corta cuando detecta que viene un coche de frente, y una vez que lo hemos rebasado, tarda en torno a segundo y medio en volver a poner las largas. Puede darse la circunstancia que en una curva a izquierda ligeramente cerrada entienda que nuestro haz de luz no va a molestar a otros conductores y mantenga las largas.
¿En qué puede mejorar? De momento no son faros matriciales, de tal manera que no se pueden apagar o encender individualmente sus leds, algo que le permitiría crear zonas de sombra sobre otros coches para, de esta manera, poder circular siempre con las luces largas, adaptando asimismo la altura y anchura de los faros.
Sistema multimedia R-Link2
Cuando Renault presentó este sistema en el Espace, asombró a todo el mundo porque utilizaba como núcleo central una enorme pantalla de 8,7” situada en posición vertical y perfectamente integrada en el salpicadero. Una idea muy buena porque, aunque ya hayan pasado más de cuatro años, sigue siendo un sistema perfectamente válido, lo cual tiene su mérito porque estos sistemas son los que están evolucionando con mayor rapidez.

Además, el sistema poco a poco fue llegando al resto de la gama Renault… y no ha sido hasta este año 2019, con el lanzamiento del nuevo Clio, cuando la marca francesa ha presentado una evolución que afectará tanto al diseño como a las funcionalidades; además, ofrecerá una mayor conectividad, gracias entre otras cosas a la puesta en funcionamiento de todas las ventajas del ecosistema en la nube que la alizanza Renault-Nissan-Mitsubishi ha firmado con un gigante de la informática como es Microsoft y su tecnología Azure.
Volviendo al R-Link 2 del Espace, en realidad poco podemos decir que no te contásemos ya cuando hicimos la prueba de este mismo sistema en el Grand Scénic… y es que desde esta tablet se puede tener acceso a la gran mayoría de funciones del coche. Desde las más habituales, como puede ser el equipo de sonido, el sistema de navegación -con información del tráfico cada dos minutos -un servicio que el coche ofrece gratis durante tres años, al igual que la actualización de la cartografía: algo interesante porque, según Renault, los mapas de carreteras cambian un 15% cada año-, la climatización, el teléfono por bluetooth…
Sin embargo, añade otros muchos extras interesantes, como la posibilidad de abatir todos los asientos de manera individual con tocar un botón. Asimismo, cuentas con tu propio ‘eco-coaching’, una especie de entrenador personal para la conducción eficiente que estudia los recorridos que llevas a cabo, valora cómo de ahorrador eres al volante y te da consejos para mejorar y gastar menos carburante.

También, en esta pantalla puedes comprobar la presión de inflado de los neumáticos, saber qué parte de los asientos estás manejando cuando accionas los botones que los regulan eléctricamente…
Desde el R-Link 2 puedes acceder a diferentes servicios conectados, en forma de aplicaciones, como lo harías en tu teléfono. Por ejemplo, hay una app para que te lea en voz alta los mail que te llegan a la dirección de correo que utilices habitualmente, otra conocida como ‘Coyote’ que te avisa de problemas e incidencias en la carretera en tiempo real…
Por otro lado, este dispositivo es compatible tanto con Android Auto como con Google Car Play, de tal manera que conectado el móvil mediante su cable a la toma USB, puedes utilizar algunas funciones del teléfono desde la propia pantalla del R-Link, ya sea escuchar tu música, visionar los mapas de Google Maps o Waze, enviar o escuchar WhastApp… Si quieres saber cuál de estos dos protocolos es más interesante, no dejes de consultar la prueba que hicimos hace unas semanas con la ayuda de un Ford Fiesta.
Una interesante función del sistema es que el propio usuario puede descargar actualizaciones en casa para mejorarlo y ponerlo al día, algo que se puede comprobar periódicamente accediendo a este enlace.
Existe un simulador muy interesante en la web de Renault desde el cual podemos comprobar de qué es capaz este sistema… como si estuvieras sentado a bordo del propio coche.
Por último, comentar que el sistema multimedia se complementa con cuatro puertos USB -dos en la parte delantera y dos en la trasera-, dos tomas Jack, tres tomas de 12V y una bahía para tarjetas SD.
Personalización del interior y de todo el coche
También con la llegada del Espace conocimos por primera vez lo que Renault denominada Multi-Sense. Bastaba con accionar una serie de botones para que el vehículo, gracias a la tecnología, cambiase ‘su forma de ser’, actuando sobre muchos de sus parámetros. En este Espace que hemos probado, dotado de todos los dispositivos que puede incluir a día de hoy un modelo de la marca francesa, es donde más evidente se hace esa transformación del coche.
- Debes saber que existen un total de cinco modos de conducción:
- Confort -enfocado a que el coche sea lo más confortable posible-
- Sport -para dotarle de carácter deportivo-
- Eco -con el fin de que sea lo más eficiente posible-
- Neutro -que busca un equilibrado punto medio-
- Perso, en el que el conductor puede alterar de manera individual cada uno de los parámetros sobre los que actúa el Multi-Sense
¿Y cuáles son dichos parámetros? La firmeza de la suspensión, el funcionamiento de la dirección a las cuatro ruedas, la respuesta del motor -más o menos instantánea-, la velocidad de la caja de cambios, la respuesta del climatizador, el sonido del motor -en realidad lo hace utilizando los altavoces del equipo de sonido.… e, incluso, el ambiente luminoso a bordo o el masaje que proporciona los asientos.

Activar alguno de estos modos se puede hacer a través de la pantalla del R-Link 2 o bien pulsando varias veces el botón situado en la piña de mandos colocada justo tras la palanca del cambio; curiosamente, el modo ‘Eco’ tiene una tercera forma de seleccionarse: pulsando un botón ubicado en la parte inferior de la pantalla de la consola central.
Lo cierto es que si nos vamos de un extremo a otro -del modo Eco al Sport- las diferencias son claramente perceptibles. Por ejemplo, durante unos kilómetros seleccionamos el modo economizador y tanto la suspensión como la dirección ofrecen un tacto muy suave.
El cambio automático, por su parte, busca la marca más larga con rapidez, de tal manera que es fácil encontrarse circulando en séptima a poco que el terreno sea favorable a unos 80-90 km/h. El funcionamiento de la climatización ‘se suaviza’, para contribuir a reducir el consumo, mientras que el color de la instrumentación, de la consola central… adquiere un tono verde.

Tal vez el modo más sorprendente sea el Sport; al escogerlo, la respuesta al acelerador es mucho más rápida, el coche acelera con mucha más contundencia y el sonido -aunque artificial- que se percibe a bordo es mucho más llamativo y deportivo.
La suspensión se endurece, al igual que la dirección, mientras que el sistema de dirección a las cuatro ruedas hace que los giros se vuelvan más instantáneos, por lo que es muy aconsejable para conducir por zonas con muchas curvas. A todo esto, para que no nos acaloremos, la climatización comienza a funcionar con más energía, mientras que la instrumentación se torna de color rojizo.
Sistema HUD de proyección de datos
El Espace puede incluir, por 1.026 euros -forma parte de un pack, de ahí ese precio elevado- un dispositivo de proyección de datos, que consta de una pantalla abatible de plástico que surge en la parte alta del salpicadero, en la zona del conductor, con el objetivo de que se proyecten sobre ella datos útiles para la conducción y, de esta forma, la persona al volante tenga que apartar menos la vista de la carretera.
El sistema se activa cuando el motor se pone en marcha, momento en el que emerge la pantalla… si bien desde el sistema R-Link 2 -accediendo al menú ‘Sistema’ ‘Pantalla’ ‘Head Up Display’ es posible desactivarlo, así como ajustar la altura a la que proyecta su información, la intensidad lumínica -aunque puede elegirse que se ajuste automáticamente a las condiciones ambientales-… Este HUD o visualizador muestra información de conducción y navegación que también aparecen o en la instrumentación o en la pantalla de la consola central.

¿Y qué datos muestra? El más evidente es el de la velocidad del vehículo, pero también muestra la información que capta el lector de señales de tráfico y, en caso de que superemos la velocidad marcada, dicha señal parpadeará en color rojo como aviso para el conductor. Asimismo, en este HUD informa de las próximas indicaciones del sistema de navegación en caso de que hayamos seleccionado previamente un destino y el navegador se encuentre en marcha.
Por otro lado, nos indica si llevamos conectado el control de velocidad -también el nivel de separación que queremos guardar con otros coches cuando activamos el ACC-, y también marca la presencia de otros vehículos que circulen por delante de nosotros, advirtiéndonos si la distancia de seguridad se reduce más de la cuenta.
Puede que no sea el HUD más completo, pero funciona bien, sus indicaciones son claras y aporta un extra de seguridad.
Asistente de aparcamiento: con cámara y automático
Algo muy de agradecer en coches de este tamaño y con una visibilidad trasera justa es contar con un completo asistente de ayuda al aparcamiento. Con el Espace, Renault comenzó a ofrecer más ayudas que los clásicos sensores delanteros y traseros -que también los lleva, y de serie-.
Por un lado, este modelo viene con una cámara trasera, con guías activas en la pantalla que ayudan mejor a aparcar el vehículo, que se basan en la posición del volante; sin embargo, no cuenta con más cámaras alrededor del coche, aunque lo suple con sensores que cubren todo el perímetro y que muestran sus indicaciones en la pantalla central con un código de colores -rojo, amarillo y verde-.
Que un coche de este tamaño cuente con asistente de aparcamiento automático te ahorra muchas maniobras. Sería perfecto con una cámara delantera
En concreto, se muestra un gráfico del coche visto de arriba y rodeado de segmentos que se van iluminando si alguna parte del coche, cuando se maniobra a baja velocidad -menos de 10 km/h-, se está acercando demasiado a algún obstáculo, al tiempo que suenan unos pitidos intermitentes -que se transforman en uno continuado cuando nos acercamos a algo a menos de 20 ó 30 centímetros-.
Por otro lado, este Espace puede incluir el estacionamiento asistido, una opción de 918 euros -y que incluye también un portón trasero de apertura eléctrica en el que basta pasar el pie bajo el portón para que se abra de manera automática- que ayuda aparcar tanto en línea como en batería.
Basta con circular a menos de 30 km/h, pulsar el botón que acciona el sistema -en la fila de botones que hay bajo la pantalla en la consola central-, poner el intermitente hacia la derecha o la izquierda -según el lugar de la vía donde queramos encontrar un sitio para aparcar- y dejar que el dispositivo busque un hueco en el que entre el coche.

Una vez que lo localice, en la pantalla se muestra la letra ‘P’; en ese momento hay que frenar el coche por completo, introducir marcha atrás y soltar las manos del volante. Sólo con controlar el freno y el acelerador, el Espace se introduce en el hueco… y, en el caso de los aparcamientos en línea, también es capaz de desaparcar.
Iluminación ambiental
Gracias a la tecnología led y a las luces de este tipo repartidas por todo el habitáculo -salpicadero, puertas, consola central, en los montantes entre las puertas, en las plazas traseras…- el interior del Espace puede cambiar de ‘apariencia’ con sencillez. Para hacerlo, hay que recurrir a la pantalla de la consola central, en el menú ‘iluminación de ambiente’.
Hay un total de cinco colores a elegir -verde, azul, rojo, amarillo y morado-, cuya intensidad se puede regular entre cero y cien. Además, se puede seleccionar esa iluminación o apagar en las plazas delanteras y traseras.
Avisador de obstáculos en el ángulo muerto
Uno de los sistemas más comunes y sencillos… pero también uno de los que te puede salvar de un buen susto e, incluso, un accidente. Se trata de un dispositivo que informa al conductor si algún otro coche o vehículo se aproxima desde atrás, siempre que circulemos a velocidades de entre 30 y 140 km/h. Gracias a la información que captan los sensores de aparcamiento situados tanto en la parte lateral del paragolpes delantero como del trasero, el Espace ve si hay un posible obstáculo que no estamos viendo a la hora de cambiar de carril.

¿Y cómo nos avisa? Una luz se enciende fija en el espejo retrovisor por donde se aproxime el otro vehículo. Si accionamos el intermitente, la luz comenzará a parpadear para avisarnos… algo que también puede suceder si hemos rebasado a un coche y queremos colocarnos delante de él sin guardar la distancia de seguridad oportuna.
La cámara que te mantiene a raya -o dentro de ellas-
Anteriormente hemos mencionado que tanto el sistema que cambia de luz corta a larga como el que lee las señales de límites de velocidad funcionan gracias a una cámara emplazada en la parte superior del parabrisas y que forma parte del pack de funciones conocido como Visio System. Pues bien, esa misma cámara también lee las líneas que delimitan el carril por el que circulas. Para que entre en funcionamiento tienes que circular a más de 70 km/h y, en cuanto el sistema lea las líneas, aparecerán unos ‘indicadores de visibilidad’ de color verde tanto en la instrumentación como en el HUD.
Si esl dispositivo percibe que te vas a salir -porque te aproximas, pisas o sobrepasas una de esas líneas de carril sin haber puesto antes alguno de los intermitentes-, el sistema te avisa tanto con una señal acústica como con una visual -los indicadores pasan a color rojo-. La sensibilidad del dispositivo es regulable en tres niveles: bajo -sólo avisa cuando sobrepasas una línea-, medio -advierte cuando te aproximas a esa línea- y elevado -avisa con sólo estar cerca-.
Lo que, de momento, no hace este sistema es corregir la trayectoria de la dirección. Sin embargo, en modelos de Renault más modernos como los Scénic/Grand Scénic, este dispositivo también es capaz de hacer vibrar la dirección y llevar a cabo pequeñas correcciones para enviarte de nuevo al interior del carril.
Advanced Safety: así se evitan los accidentes
Este Renault siempre presta atención a que mantengas cierta distancia de seguridad; incluso, muestra en la instrumentación el margen, medido en segundos, que te separa respecto a otro coche que vaya por delante de ti. Si percibe que ese margen se reduce bruscamente y que no frenas, primero te avisará y, en último término, frenará de manera autónoma.

Tampoco falta un control de velocidad inteligente para que el Espace mantenga un determinado crucero que le hayas marcado, frenando o acelerando por si solo si se encuentra con vehículos que vayan más despacio. Eso sí, por debajo de 60 km/h este dispositivo deja de funcionar: es decir, aún no cuenta con un asistente de circulación en atascos. Por lo tanto, debes estar atento si el tráfico comienza a ralentizarse para tomar el control del freno.
En resumen, gran parte de la tecnología que llevan hoy los Renault es gracias a lo que propuso el Espace en su día. No sólo eso, sino que sus hermanos de gama más pequeños y asequibles, al ser más modernos, han ido añadiendo nuevas funciones que, de momento, no se han sumado al monovolumen. En todo caso, queda claro que gracias a ser tan avanzado en su día, este modelo familiar aguantará bien, tecnológicamente hablando, lo que le resta de vida comercial en el mercado.