Dentro del sector ‘premium’, existe una marca que recordará el 2020 como su momento de mayor importancia estratégica. En una época en la cual -por fin- se descubre que el coche eléctrico será un artículo de lujo -al menos, en propiedad-, Lexus se dispone a lanzar su primer modelo de este tipo: el UX 300e.
Repasando lo que ya conocemos de él, nos encontramos con un pequeño ‘crossover’ cuyo propulsor promete unos 204 CV de potencia. Su alimentación corresponde a un paquete de baterías -de iones de litio- con una capacidad de 54,3 kWh.

Hasta aquí no sorprende, pues son cifras que se encuadran en la normalidad de su competencia. Sin embargo, tras la ‘pregunta del millón’ -la de la autonomía-, desde Lexus se descuelgan con un rango cercano a los 400 kilómetros. Para barajar estos datos, queda claro que la firma japonesa ha cuidado hasta el último detalle. Y, ahora que su comercialización se aproxima, han ‘dejado caer’ algunos de ellos.
En honor a la eficiencia
En un eléctrico, la aerodinámica es una ‘asignatura’ que puntúa el doble con respecto a uno de combustión. Para lograr que sea la mejor posible -y que no se ‘escape’ un solo electrón-, Lexus ha empleado varias soluciones. Algunas de ellas son pasivas, como -por ejemplo- la afilada forma de los pilotos traseros. Otras, como los obturadores de la parte inferior de la calandra, ejercen un papel mucho más activo al regular el paso del aire por la zona frontal.
El siguiente ‘campo de batalla’ de la eficiencia en el Lexus UX 300e es la eficiencia de sus órganos eléctricos. Aquí, la electricidad es un ‘petróleo’ que hay que conservar hasta la última ‘gota’. A ello contribuye -entre otros- el funcionamiento de su climatización, la cual se apoya en otros sistemas como los asientos calefactables para moderar su consumo… sin que suponga una merma en la comodidad del pasaje.

Por último, como todo buen Lexus, cuenta con una larga lista de detalles diferenciadores. Uno de ellos son los mandos de la ventilación, los cuales cuentan con iluminación Led que te permite localizarlos mejor a oscuras. Por cierto, sin cables ni enchufes: reciben la corriente gracias a un sistema de inducción.
También los limpiaparabrisas presumen de ‘inteligencia’: no sólo se activan con la primera gota de lluvia que cae sobre el cristal. Son igualmente capaces de moderar su velocidad para no distraerte… y de detenerse cuando una puerta se abre. Esto último impide que, al subir o bajar del UX 300e, recibas por accidente alguna salpicadura de agua.