Así lo ha publicado en su informe S21sec, uno de los proveedores líderes de ciberseguridad en Europa. Sus resultados han alertado a todo el sector de la seguridad, pues permite ver más cerca la necesidad de concienciarse ante las constantes amenazas de bandas cibercriminales, que actúan cada vez de forma más estratégica y con peores efectos.
Los ataques han apuntado principalmente al sector industrial, seguido en segunda posición por el ‘retail’- venta al minorista- y del sanitario -un buen ejemplo fue el reciente ciberataque contra el Clinic de Barcelona-. También la construcción, el sector educativo o el de transporte han sido víctimas, aunque menor medida, de estas vulneraciones.
¿Cuáles han sido los principales ataques?
El ‘Threat Landscape Report’ -que es el nombre con el que se ha bautizado a este informe- contiene registros de casi 1.500 ataques y hasta 44 familias de ransomware – grupo de amenazas informáticas que se originan a partir de una cepa de ransomware inicial- dirigidos hacia la industria internacional.
Aseguran que la tendencia, lejos de controlarse o contenerse- se va a incrementar, por el aumento en el número de organizaciones criminales en los próximos años, y que urge más que nunca un refuerzo de la estructura de ciberseguridad en toda institución -o empresa, organismo… incluso, particulares- , para poder frenar el secuestro de datos.

España, en concreto, ha sido objeto de 48 de estos ataques por parte de las ‘familias de ransomware’. Somos los sextos de este ranking, sólo por detrás de Estados Unidos, Canadá, Reino Unido, Alemania y Francia.
Hay que hacer hincapié en lo que han sido los últimos meses de 2022, muy marcados por la explotación de vulnerabilidades, ya conocidas desde el primer semestre, más que por el propio ‘ransomware’. Alguna de estas debilidades cibernéticas aún no cuentan con un parche o solución, como el caso del llamado `Follina´ -`CVE-2022-30190´.
Se han llegado a detectar hasta más de 13.000 explotaciones a vulnerabilidades de diferentes niveles, entre las que existen un 17% consideradas como de nivel crítico y un 41% de nivel alto.
Robo de datos sensibles, suplantación de identidad o secuestro de dispositivos siguen estando a la orden del día. Sobra decir que debemos protegernos más que nunca en todos los ámbitos de la vida conectada – incluidos nuestros coches- que nos ofrece esta nueva «era digital».
Invertir de la mejor manera en sistemas lo suficientemente sofisticados, no descuidar nuestra privacidad y estar preparados para una rápida actuación en caso de sufrir un ataque.