Hace aproximadamente un año por estas fechas, una ‘inocente’ conversación de Twitter entre Mercedes-Benz y -el siempre en todas las ‘salsas’- Elon Musk reveló las intenciones de los de Stuttgart de abrazar -en el corto y medio plazo- la idea de la electrificación.
El resto es historia: la sonada aparición del EQC y la progresiva electrificación de su gama -con ejemplos de todos los tamaños– nos han enseñado que las cosas -perdón por ‘robarles’ el eslogan- sí están cambiando en la marca.
Y cambiarán todavía más, a tenor de lo mostrado en su última conferencia de inversores. Sin ir más lejos, la -ya establecida- submarca ‘EQ’ tendrá una agenda muy ‘cargada’ a partir de 2021. En esa fecha llegará al mercado el sedán EQS, equivalente eléctrico de la actual Clase S y -presumiblemente- el ‘buque insignia’ de esta nueva estrategia.
Tras él, llegarán en cascada el resto de contrapartidas que aguardan su turno, como el EQE y las variantes SUV de ambas berlinas. Y, en 2025, se introducirá una segunda plataforma modular para continuar la expansión a segmentos más pequeños. El objetivo de Mercedes con esta introducción tan acelerada es tomar la delantera en los campos de la movilidad eléctrica y el software automotriz.
Para todo ello, la firma destinará aún más recursos y experiencia al desarrollo de nuevas tecnologías y conceptos que aumenten la autonomía eléctrica y la eficiencia de los futuros modelos. De hecho, ya trabajan en la próxima generación de sus propulsores ‘eMotors’, que contarán con sofisticados inversores y tecnología de alto voltaje.
Más lujosos aún
Pero EQ no será la única submarca en recibir un ‘empujón’. Por su parte, tanto AMG como Maybach crecerán en importancia. La primera intensificará su relación con la competición -en especial, la F1-, mientras se posiciona progresivamente como referente de la ‘electricidad deportiva’. La segunda hará lo propio en el terreno del ‘coachbuilding’, ofreciendo propuestas únicas en refinamiento… y, también, en sostenibilidad.

De esta estrategia tan ‘chispeante’ no se librará ni su icónica Clase G, ahora convertida igualmente en submarca. Aunque no se han desvelado más detalles a este respecto, es ciertamente posible que el veterano modelo reciba una variante de pocas o nulas emisiones. El comunicado de Mercedes lo deja claro: «la leyenda crecerá y se electrificará».
Así lo recalca Markus Schäfer, responsable de Daimler Group Research y miembro del consejo de dirección de Daimler: «En Mercedes-Benz, nos esforzamos por tomar el liderazgo en la conducción eléctrica y el software de los coches. Lo haremos con una estrategia de plataforma eléctrica inteligente y un plan de desarrollo de software propio. Vamos a hacerlo a la manera de Mercedes, creando una verdadera experiencia de lujo al mundo de los coches eléctricos y conectados. Aprovecharemos el desarrollo de nuestra propia tecnología y de las asociaciones estratégicas para ofrecer productos superiores. A partir de 2025, estamos apuntando a potentes márgenes de contribución entre todas las nuevas plataformas gracias a una gran homogeneidad y una inversión controlada, y al continuo descenso del coste de los sistemas de baterías».