Si no tienes más remedio -bendito, a veces- que utilizar tu coche a diario, estarás ya más que familiarizado con el tedio de los atascos matutinos. Pero, como bien sabes, tras ese obstáculo se esconde siempre otro mucho peor: encontrar aparcamiento cerca de tu lugar de trabajo.
Si trabajas en una zona con una alta concentración de oficinas -o en un abarrotado polígono industrial-, el problema se agudiza. El espacio está más que ‘contado’ y, cuanto más te retrases en llegar, más complicado lo tendrás para dejar el vehículo en algún sitio.
Ahora imagina que tuvieses un sitio asegurado para ti, independientemente de a qué hora o en qué día llegues. Y junto a la misma puerta de tu empresa, para que camines lo mínimo posible. Sólo existe una ‘pega’… tienes que pagarlo.
¿Qué precio le pondrías a esa tranquilidad?
Una buena razón
Te vamos a proponer un argumento a favor de la idea: el dinero recaudado por el estacionamiento no enriquecería a ningún magnate del sector. Ni tampoco a personas con intenciones poco claras. En lugar de todo eso, se destinaría a labores de beneficencia.
¿Aceptarías ahora?
Recientemente, en el Reino Unido -país que sufre el mismo mal-, la compañía Motorpoint -especializada en ventas de vehículos seminuevos- ha realizado una encuesta online con esta pregunta como telón de fondo.
El sondeo -en el cual participaron 650 personas– arrojó un dato interesante: uno de cada cinco automovilistas estaría dispuesto a abonar una cantidad simbólica, siempre y cuando fuese en ayuda a los más desfavorecidos. A cambio de esa donación mensual, recibiría una plaza de párking en exclusiva.
Y como el mejor predicador es quien lo hace con el ejemplo, la empresa británica ha confirmado que ofrecerá esta posibilidad a sus empleados. A un precio de 10 libras, la firma espera recaudar hasta 5.000 libras al año.
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