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Pablo F. Iglesias: el hacker que acaba de presentar un libro… de ficción

Hacker de prestigio habitual y escritor ocasional. Charlamos con Pablo F. Iglesias, que publica "Memorias de Árganon", una triología de ficción cuyo primer ejemplar sale mañana a la venta.

Imagen de Pablo F. Iglesias dando una conferencia

Habitualmente, Pablo F. Iglesias trabaja como consultor de reputación online y presencia digital. También le puedes leer habitualmente como experto en HACKERCAR. Pero también le encanta la ficción.

De hecho, parte de su tiempo libre lo dedica a confeccionar historias de este género. Buena cuenta de ello da 25+1 Relatos Distópicos, un libro futurista que escribió Iglesias para acercar al ciudadano medio los retos de la época tecnológica en la que vive.

Con ganas de engrosar su currículum en el terreno literario, el hacker publica ahora la primera de las partes que compondrán una trilogía fantástica. El primogénito en cuestión se llama Memorias de Árganon: El Manuscrito de Artas y sale a la venta este miércoles 18 de noviembre por 6,50€ en formato digital y por 14,99€ en formato físico. En este enlace puedes encontrar la información para adquirirla.

Con motivo de la inminente publicación, desde HACKERCAR hemos querido interesarnos tanto por la obra como por los motivos que condujeron a Iglesias a explotar esa faceta literaria.

LO PRIMERO DE TODO, ¿DE DÓNDE TE VIENE LA PASIÓN POR LA ESCRITURA? ¿ES TU PRIMERA INCURSIÓN, EN ESTE SENTIDO?

Realmente viene de muy joven. Es más, como cuento en el prólogo de este libro, la semilla de lo que más tarde sería la colección Memorias de Árganon nace a principios de siglo como un trasfondo para una banda con la que jugaba junto a mi grupo de amigos una campaña a un juego de mesa. 2 páginas DIN-A4 en las que presentaba al grupo, y que acabaría, con el paso de los años, dando forma al comienzo del primer capítulo en una obra de casi 800 páginas.

En «Memorias de Árganon: El Manuscrito de Artas» se habla en sentido figurado de las típicas luchas de poder, tanto macroeconómicas como sociales.

Pablo F. Iglesias

Desde que recuerdo me encanta dibujar y escribir. Hasta le di a la escultura durante un tiempo -tengo en el estudio donde trabajo un Aku Aku de un metro por un metro creado con basura reciclada que me acompaña cada día-. La pintura y el dibujo lo he dejado algo más abandonado, pero la escritura me ha acompañado desde entonces, y de hecho, respondiendo a tu segunda pregunta, es el segundo que publico detrás de 25+1 Relatos Distópicos.

En cuanto a este, tiene pinta que en un par de años -a lo sumo- acabaré sacando una continuación, ya que el otro día repasando mis publicaciones veo que tengo ya otros 15 relatos ambientados en el mismo universo.

¿EXISTE ALGUNA SIMILITUD ENTRE EL MUNDO FANTÁSTICO QUE SE DESCRIBE EN MEMORIAS DE ÁRGANON Y EL DE LOS HACKERS?

Mucha. A fin de cuentas Brok y Thor, los dos protagonistas principales, son hackers en su sentido etimológico más básico: El primero es un líder nato, un «ingeniero social» capaz de alinear los intereses de un grupo tan variopinto como el que forma el grupo, y el segundo un técnico de primera, que disfruta como el que más «hackeando» la tecnología de Árganon.

Piensa que la fantasía épica y la ciencia ficción no dejan de ser meras excusas para contar historias de tinte social y profundamente actuales.

En Memorias de Árganon: El Manuscrito de Artas se habla en sentido figurado de las típicas luchas de poder, tanto macroeconómicas como sociales. De las dudas e incertidumbres que tenemos todos y cada uno de nosotros en nuestro día a día. Y de la necesidad de adaptarse a un mundo que cambia por momentos.

¿HA INFLUIDO TU PROFESIÓN EN LA HISTORIA QUE CUENTAS?

Supongo que en el ansia de profundizar más en los pequeños detalles, ya que estoy convencido que son los que marcan la diferencia. Aún recuerdo cuando leí por primera vez La Trilogía de la Fundación y me explotó la cabeza al pensar lo que debía pasarle por la mente al bueno de Asimov para crear una historia que transcurría durante siglos, cuyo único eje en común era la débil línea que unía las vidas de sus múltiples protagonistas con la tecnología y el imperio que la creó.

Tanto escribir como hackear son para mi un hobby. No te sabría decir si seguiría siendo consultor o me dedicaría de lleno a la investigación

Pablo F. Iglesias

En Memorias de Árganon seguramente peque más de la cuenta en intentar dotar de contexto a la aventura. Que no todo gira en torno de los personajes, sino justo lo contrario: el grupo no deja de ser un peón más en un mundo que tiene entidad por sí mismo.

¿TIENES PENSADO ESCRIBIR ALGUNA HISTORIA FANTÁSTICA QUE HABLE SOBRE HACKERS O CIBERSEGURIDAD?

En 25+1 Relatos Distópicos hay mucho ya de eso. Una historia de muchas generaciones contada a retazos -relatos cortos- cuyo único punto en común es la tecnología y su impacto en la sociedad.

Con Memorias de Árganon intento ir más a la esencia, ya que el mundo que le rodea está sufriendo los cambios de lo que bien podría ser una precoz revolución industrial… mientras la magia, que no deja de ser aquello que la ciencia no puede explicar empíricamente, hace acto de presencia.

Y es más, te digo que la colección completa bebe mucho de la ciencia ficción. Eso lo irá descubriendo el lector conforme ahonde en la historia.

ENTRE TU FACETA COMO ESCRITOR Y LA DE HACKER, ¿CON CUÁL TE QUEDARÍAS SI SÓLO PUDIESES ELEGIR UNA?

Buena pregunta. La realidad es que por tópico que suene, si el factor económico no fuese importante, seguiría compaginándolas.

Tanto escribir como hackear son para mi un hobby. Por supuesto, habría cosas de mi trabajo que externalizaría. Las típicas tareas monótonas -¡hola informes!- que a todos nos toca realizar. Y no te sabría decir si seguiría siendo consultor o me dedicaría de lleno a la investigación, ya que el trabajo de consultor me permite probar muchas cosas en diferentes escenarios. Pero tengo claro que seguiría investigando por mi cuenta, y aprovechando ratos libres para escribir mis locuras.

Joven picapedrero del teclado. Periodista siempre en formación, porque uno no termina nunca de serlo del todo. Polivalente, ambicioso y con un punto mesurado e imprescindible de visceralidad. En otro orden de cosas, amante de la música y los eventos culturales en directo. Ahora, tras haber escrito sobre política y deporte en medios punteros, es el momento de acercar al público el desconocido mundo de la ciberseguridad automovilística. Para ello, sencillez, vocación divulgativa y una cucharada sopera de humor. Seguro que lo pasaremos genial.

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