Según un reciente estudio realizado en la Universidad del Sur de Australia, los neumáticos usados podrían encontrar una nueva vida en las paredes de nuestras casas.
Los investigadores de esta universidad han examinado la integridad estructural de los muros construidos con neumáticos envueltos en tierra compactada, y los resultados han sido muy positivos.
En realidad, el empleo de neumáticos empaquetados en tierra no es una práctica nueva en la construcción de edificios. Hay ejemplos desde hace décadas. De hecho, durante los años noventa y principios del siglo XXI, estas construcciones conformaron todo un estilo arquitectónico por derecho propio. Su máximo exponente fue el arquitecto Michael Reynolds. Pero ésta es la primera vez que unos especialistas confirman su integridad, abriendo la puerta a un uso más generalizado.
¿Por qué no utilizarlos para tu próxima casa?
Los investigadores sometieron a uno de estos muros a todo tipo de pruebas de estrés, y su rendimiento no tuvo nada que envidiar a cualquier pared convencional. Resulta comparable a la del cemento. Es más, el líder de la investigación, el doctor Martin Freney, señala numerosas ventajas de los muros de neumáticos frente a aquellas.
Ante impactos muy fuertes, como los que un terremoto puede causar, estas paredes son capaces de regresar a su forma original. Asimismo, si los neumáticos se rellenan de ciertos materiales de drenaje, tales como restos de ladrillo triturado, la resistencia de la pared es aún mejor en situaciones en las que tenga que hacer de muro de contención. Y, por supuesto, al final del día, es un muro más respetuoso con el medio ambiente que si se emplean otros materiales.
Además, uno de los miembros del equipo del proyecto, el investigador predoctoral Yachong Xu, ha desarrollado modelos de software para extrapolar los datos del muro probado a otros diseños. De esta manera, los resultados se podrían aplicar sobre otros ejemplos, si alguien estuviera interesado en ello.
Es más, el Dr. Freney asegura que ya están buscando un socio industrial para hacer realidad toda una gama de muros de neumáticos usados. El artículo de este equipo, publicado el pasado 15 de mayo en la revista científica “Engineering Structures”, describe todo el proceso de diseño, construcción y tests del muro de neumáticos. En él también se pueden consultar las fórmulas analíticas que proponen.
Las otras opciones de aprovechamiento
El potencial de esta solución técnica supone un claro espaldarazo para la sostenibilidad. Basta con pensar que, sólo en Australia, cada año se tiran 55 millones de neumáticos; el equivalente a 450.000 toneladas. No obstante, en realidad los neumáticos usados ya tienen muchas posibles vidas tras su reciclaje: calzado, suelos de instalaciones deportivas, componentes para asfaltos…
En España, el Real Decreto 1619/2005 regula la gestión de neumáticos fuera de uso, y establece las obligaciones de los fabricantes al respecto. Para gestionar su proceso de valorización, de manera que se puedan reciclar al final de su vida útil, crearon la entidad SIGNUS Ecovalor.