Las marcas con modelos ‘convencionales’ seguramente no tengan mayor problema a la hora de ir electrificando sus modelos, pues dirán que la nueva generación de un determinado coche, gracias a esa tecnología de cero emisiones permite ahorrar, ser más amable con el medio ambiente…
Ahora bien, ¿qué sucede en el caso de esas marcas que llevan décadas vendiendo modelos que son todo carácter, deportividad o sensaciones? ¿De qué manera pueden encontrar ese complejo equilibrio entre respetar los deseos de sus clientes, la tradición de la propia marca… al tiempo que se adaptan a los nuevos tiempos y a las políticas medioambientales que van marcando los políticos de turno?
Quizá la mejor opción sea algo parecido a lo que ha hecho Masearti a la hora de presentar lo que es la nueva generación de su coupé GranTurismo, un vehículo situado por debajo del más caro y exclusivo MC20 pero que, con todo, puede competir con lo mejor del mercado de los deportivos de tipo GT, rápidos, lujosos y medianamente prácticos para el día a día o, incluso, para plantearse un viaje de larga duración.

La nueva generación de un modelo mítico dentro de la marca -de hecho, tiene cerca de 75 años de tradición, cuando la marca comenzó a vender el A6 1500- se va a ofrecer con potentes motores gasolina ‘de toda la vida’… pero, por primera vez en su historia, también lo habrá 100% eléctrico para la variante conocida como Folglore.
Exteriormente, el coche es lo esperado: un gran coupé de dos puertas -más adelante llegará el descapotable- que, desarrollado en el Maserati Lab y producido en el centro de fabricación de Mirafiori -Turín-, cuenta con un tamaño que ronda los 4,96 m de longitud y casi dos metros de ancho, de tal manera que, salvo podría ser un rival para un BMW Serie 8.
De la parte de motores, en gasolina contará con el ‘revolucionario’ propulsor V6, gasolina, de la familia Nettuno que dará lugar a dos versiones: la Modena, un 3.0 biturbo que desarrolla 490 CV, y por encima la variante Trofeo, la más deportiva, con sus 550 CV.
Curiosamente, el más potente con diferencia será… el eléctrico, que se irá a unos impresionantes 760 CV -cortesía de tres motores-, de tal manera que podría convertirse en rival de los Porsche Taycan o Audi GT e-Tron. Basado en una arquitectura de 800V -que permite cargas ultra-rápidas-, los responsables utilizan que se emplean soluciones heredadas del campeonato de la Fórmula E.
En cuanto a la batería, tiene una capacidad nominal de 92,5 kWh, con un tamaño y altura ajustados… lo cual permite mantener la altura total del vehículo en unos reducidos 1,35 m. En concreto, el pack de baterías tiene forma de ‘T’, lo cual permite que su posición no ‘interfiera’ en la ubicación de los asientos, que así pueden ir en un punto lo más bajo posible.
Uno de los principales inconvenientes de este eléctrico y de cualquier otro es que, precisamente, la presencia de la pesada batería incrementa la masa total de un vehículo que pretende ser un auténtico deportivo. Por eso, para contrarrestar, en la fabricación del GranTurismo se recurre a materiales ligeros como el aluminio y el manganeso, así como acero de alto rendimiento.
Como curiosidad, el coche emplea una arquitectura electrónica denominada ‘Atlantis High’, que se caracteriza por la rapidez con la que puede enviar mensajes a velocidades ‘de hasta dos milisegundos’. Aseguran también que este sistema cuenta con funciones avanzadas de ciberseguridad de nivel 5.
Ahora bien, lo que no aclara son dos cosas: si algún organismo ha certificado que sus vehículos cumplen con esa norma -como el que ofrecen AENOR y EUROCYBCAR, esta última, famosa por haber desarrollado el primer test en el mundo que mide la ciberseguridad de los vehículos-… y si alguno de sus modelos cumple con otra normativa aún más importante: la UNECE/R155, que determina que los vehículos deben ser ciberseguros por Ley. Es decir, si cuenta con las medidas oportunas para no sufrir un ciberataque, algo que puede ser un factor especialmente delicado en un coche con este nivel de automatización.
Por otro lado, destacan en Maserati que el centro ‘neurálgico’ es lo que denominan ‘Vehicle Dynamic Control Module’ o -VDCM-, calificado como un software desarrollado en su totalidad por la marca y que proporciona un control 360º de todos los sistemas del vehículo “para la mejor experiencia de conducción en todas las condiciones’.

Siguiendo con la tecnología, en el interior -del que, de momento, la marca no ha facilitado ninguna imagen- destaca un completo dispositivo multimedia, el llamado MIA o ‘Maserati Intelligent Assistant’, que se compondría de la pantalla táctil en la consola central, el HUD de proyección de datos en el parabrisas y un ‘reloj digital’. Aseguran que sería ‘lo último en infoentretenimiento’.
Una de las cosas que se pueden controlar desde la parte multimedia serán los equipos de sonido; una experiencia sonora que se completa con el sistema de sonido Inmersivo Sonus faber 3D y que va a ofrecer dos opciones posibles. La más sencilla, cuenta con 14 altavoces y potencia de 860W; la más completa de ellas aumenta la apuesta hasta los 19 altavoces, un sonido 3D y una potencia de hasta 1.195 W.