La marca japonesa Toyota reveló los procesos de reciclaje que realiza para aprovechar las piezas de los coches que dejan de ser usados por sus propietarios y que son, por decirlo de alguna manera, echados a la basura. Resulta que estos vehículos no ‘mueren’ al dejar las carreteras, sino que cada parte de ellos es aprovechada, a través de diversos procedimientos, para dar vida a nuevas unidades.
Según el gigante asiático, es posible aprovechar hasta el 99% de un coche, con lo cual, tu viejo vehículo seguirá vivo de diferentes maneras. Inclusive, el 1% restante, que se trata de caucho mezclado después de recuperar los metales, tiene una utilidad, pues se usa como combustible, y la sustancia resultante, parecida a las cenizas, sirve a menudo como material de base para la construcción de carreteras. Es decir, no se desperdicia absolutamente nada.

Esto se debe a que la compañía construye sus coches con diseños fáciles de desensamblar, lo que facilita el desmontaje y aumenta la eficiencia del reciclaje, lo cual se puede observar -por ejemplo- al momento de retirar el mazo de cables eléctricos que atraviesa el interior de un vehículo: se desprende fácilmente debido a que los terminales del cableado están diseñados para que se puedan retirar sin mucho esfuerzo al tirar del arnés.
Además, este mazo de cables cuenta con un punto que, al tirar de él, permite retirarlo en un solo movimiento sin que se desprenda. Este punto está enrollado con cinta amarilla-verde, lo que facilita su reconocimiento durante el desmontaje, incluso cuando se trabaja con maquinaria pesada.
“Desde el Toyota Raum de 2003 -un modelo doméstico japonés-, hemos adoptado diseños que agilizan el desmontaje y la clasificación para promover el reciclaje de recursos como el cobre y los metales raros de los vehículos al final de su vida útil”, destaca Masahiro Egawa de la División de Asuntos Medioambientales y Gestión de Ingeniería de Toyota.
Esta visión también se estaría implementando en los coches eléctricos, cuya demanda crece cada vez más. En estos vehículos, el principal reto que afronta la firma automotriz es cómo desmontar las grandes baterías que pesan más de 500 kg. Es por ello que sus equipos trabajan con las secciones de fabricación para estudiar cómo extraer y transportar estas baterías con mayor facilidad.
Procedimiento de reciclaje
Para su proceso de reciclaje, la compañía ha introducido en sus plantas la maquinaria pesada que utilizan los desguaces. Los vehículos que llegan a estos lugares son primero vaciados de aceites y otros fluidos. Después, se retiran los parachoques, las puertas, los motores y otras piezas aptas para ser utilizadas como repuestos de segunda mano. Los restos se aplastan en una prensa y se llevan a una empresa de reciclaje.
En este punto, cabe destacar que la marca japonesa es el único fabricante de automóviles en el mundo que gestiona una empresa de reciclaje: Toyota Metal. Aquí, cada coche es prensado en un cubo de unos 600 kg. Varios de estos bloques se izan juntos, al estilo de los juegos de grúa, en una máquina trituradora para ser pulverizados.
De allí, una cinta transportadora los lleva a un edificio en el que se clasifica la chatarra de acero y los metales no ferrosos, como el aluminio y el cobre. Esto incluye pequeñas cantidades de oro y plata.

El acero así recuperado se lleva a los fabricantes de acero, donde puede volver a encontrar su camino en la fabricación de carrocerías para los nuevos vehículos. Una vez recuperados los metales, lo que queda es una mezcla conocida como residuos de la trituradora, que incluye materiales como resina, uretano y vidrio, que –aunque no parezcan más que basura- también son reciclables.
“Estamos orgullosos de dar una nueva vida a los coches en desuso. Nuestra sociedad moderna tiene grandes reservas de recursos que esperan ser reciclados y reutilizados, y nosotros queremos desenterrarlos para ayudar a crear una economía circular”, señala el presidente de Toyota Metal, Tadashi Matsumoto, quien llegó a la empresa en 2019 tras trabajar en el campo del reciclaje medioambiental en Toyota Tsusho.
Para el gigante asiático, el objetivo de lograr que los coches sean neutros en cuanto a emisiones de carbono no sólo tiene que ver con la producción y el uso, sino que también es crucial saber qué hacer con ellos después. En ese sentido, es que le dan tanta importancia a su empresa de reciclaje, que actualmente extrae hasta 400 toneladas diarias de recursos de hasta 1.000 coches que han cumplido su vida útil.