Desde sus comienzos, el automóvil no se ha percibido igual en todos los lugares del mundo. En la vieja Europa, fue el juguete de la realeza, nobles y burgueses varios, lo cual ha derivado hasta las históricas marcas de lujo de nuestros días. En Norteamérica, se convirtió al instante en un producto de consumo masivo, lo cual tuvo mucho que ver en la forma en que lo entendemos hoy, de manera más o menos general.
Pero aún quedan lugares con una automoción diferente. Las décadas del largo periodo soviético infundieron en la población de Rusia la idea de los vehículos como una herramienta de trabajo. Ello trajo consigo un evidente ‘atraso’ en la evolución de sus fabricantes -todos ellos, empresas estatales- y modelos.
Dicho problema comenzó a ‘corregirse’ tras la caída de la URSS y, gracias a la apertura progresiva de la actual Federación Rusa, la evolución de sus marcas autóctonas da ahora un importante paso adelante. La protagonista no es otra que Lada, actualmente bajo el paraguas del Grupo Renault.
Una app con varias ventajas
Del mismo modo en que ya existen las aplicaciones móviles ‘My Renault’ o ‘Nissan Connect’ -las cuales ofrecen información útil y funciones de control a distancia para todos los modelos de ambas marcas-, ahora Lada estrena la suya propia. Se denomina ‘Lada Connect’, es gratuita y ha comenzado a ofrecerse como opción de conectividad en el Granta. Por unos 12.000 rublos -145 euros-, incluye un contrato de tres años.
Así, cuando este modelo la equipa, el propietario puede monitorizar el estado del coche -presión de los neumáticos, nivel de combustible, nivel de aceite…-, así como controlar desde la distancia algunas funcionalidades. Por ejemplo, abrir y cerrar las puertas -y el maletero-, preclimatizar el habitáculo, arrancar el motor o encender las luces.
Por medio de una cuenta que debe crear el usuario, la aplicación permanece constantemente vinculada a la plataforma de conectividad instalada en el vehículo. Mediante esta última la app ofrece, asimismo, la posibilidad de geolocalizar su Lada Granta en tiempo real. Y es que, en la vasta extensión de Rusia, a veces se vuelve complicado recordar dónde aparcaste…
