Jaguar Land Rover ha estrenado unas instalaciones en las que probar las posibles interferencias eléctricas y de radio en sus nuevos vehículos.
El laboratorio de Compatibilidad Electromagnética –EMC, por sus siglas en inglés- se encuentra en la localidad de Gaydon -Reino Unido-. El primer modelo que se ha probado en él es el nuevo Range Rover Sport, lanzado al mercado en mayo.
Por compatibilidad electromagnética, se entiende la habilidad de los distintos sistemas para funcionar correctamente a pesar de las interferencias del entorno. ¿Cómo de sensibles son a ellas el Bluetooth, el WiFi, el GPS… y cómo paliar los posibles problemas? ¿Cómo evitar que las generen o las propaguen?
En un contexto en el que la industria camina hacia ofrecer cada vez más servicios en la nube y hacia tecnologías de conducción autónoma, asegurarse del correcto funcionamiento de estos dispositivos se vuelve indispensable.
Este laboratorio cuenta con dos cámaras anecoicas. Este tipo de instalaciones se caracterizan por absorber las ondas sonoras y electromagnéticas sin reflejarlas. En una de ellas, se ha instalado un rodillo que permite simular la velocidad de los vehículos.
También cuenta con equipamiento para analizar diversos componentes individualmente: baterías, motores… Todo con el propósito de localizar las interferencias radioeléctricas, y acabar con ellas antes de que el producto llegue al cliente.
Unos tests de moda
La combinación de trenes de potencia eléctricos con la presencia de cada vez más servicios digitales, lleva a que este tipo de pruebas se vuelvan cruciales para los fabricantes. Tanto en la UE como en el Reino Unido, el futuro apunta hacia una mayor regulación de los sistemas de conectividad de los automóviles.
“No se puede subestimar la importancia de probar la compatibilidad electromagnética de nuestros vehículos”; dice Peter Philips, director de Electromagnetismo y Cumplimiento Normativo de Jaguar Land Rover. “La apertura de esta nueva instalación de pruebas es un importante paso adelante para el negocio, y jugará un papel crucial para ayudarnos a brindar calidad, legalidad y satisfacción del cliente”, añade.
Mientras tanto, los últimos resultados financieros de Jaguar Land Rover presentan un panorama muy negativo para la compañía. El grupo ha perdido 524 millones de libras -el equivalente a 624 millones de euros-. Ellos lo achacan a problemas en su cadena de suministro, como en el caso de los chips…
Sus ventas han caído un 37% en comparación con el segundo trimestre de 2021, y la comercialización del nuevo Range Rover Sport también está yendo a un ritmo más lento de lo esperado.