El cliente tipo de los vehículos comerciales puede -y suele- ser muchísimo más exigente que los de los turismos. No en vano, se acerca a su concesionario de confianza -donde, a buen seguro, acumula un extenso historial de adquisiciones y mantenimientos- con la intención de obtener o renovar su herramienta de trabajo. No en vano, con el ‘pan’ no se juega.
La electrificación empieza a penetrar también en este sector, si bien la preocupación por la autonomía aún sigue ‘echando para atrás’ a muchos potenciales clientes. La mayoría de ellos necesitan que la tecnología evolucione más para estar tranquilos frente a desplazamientos imprevistos.
Como marca histórica del sector, Mercedes-Benz quiere ser la primera en ocupar ese espacio. Su propuesta será el EQV, la furgoneta -y monovolumen- completamente eléctrica creada a partir de la actual Clase V.
Electrizando el Círculo Polar
Este modelo se encuentra ya en sus últimas fases de desarrollo. No obstante, que sean las últimas no quiere decir que se traten -precisamente- de un paseo por el parque. Antes de poder comercializarse debe pasar por pruebas climatológicas extremas, muy similares a las sufridas por otros competidores. En esta ocasión el EQV se ha trasladado a la pequeña localidad sueca de Arjeploj, muy próxima al Círculo Polar Ártico.

Según cuenta el comunicado de la marca, el nuevo modelo ha soportado el castigo de unas temperaturas cercanas a los 30 grados bajo cero. Y, tal y como apuntan sus técnicos, su operatividad no se ha visto mermada en absoluto por el frío. Parece complicado de creer, teniendo en cuenta que -entre otros ensayos- han conducido a toda velocidad sobre lagos helados.
Como buen eléctrico, el desempeño de la batería y su recarga han sido las principales preocupaciones para los de Stuttgart. El cargador embarcado del EQV permite recuperar hasta el 80% de la energía en apenas 45 minutos. Además, gracias a la aplicación Mercedes Me puedes precalentar el habitáculo para que esté listo -y con los cristales desempañados- cuando te subas en él.