En no pocas ocasiones, anticipar el éxito de un producto se vuelve complicado. Algunos, por sus excelsas cualidades, ya anticipan que conquistarán el mercado. Otros, con un simple vistazo, ya dejan claro que necesitarán ir acompañados de fuertes acciones de márketing para conseguir su hueco.
Entre uno y otro extremo, queda -como siempre- un punto medio. Productos que, en el momento de su lanzamiento, pudieran haber pasado desapercibidos… Y, sin embargo, sin que nadie se explique muy bien el cómo, con el tiempo se aúpan a los primeros puestos entre los más populares de sus segmentos.
En la batalla de los SUV medios tenemos un caso muy destacable: el ‘milagro español’ del Hyundai Tucson y el Kia Sportage. Y es que, dentro de nuestro contexto mercantil, las últimas generaciones de ambos ‘primos’ surcoreanos han gozado de un gran éxito de ventas. Mil y una pueden ser las causas -buenos descuentos, publicidad, etc.-, pero lo cierto es que este fenómeno ha cogido por sorpresa a todos sus competidores.
Ahora, sin ese elemento sorprendente, los sucesores de ambos tendrán que pelear ‘a cara descubierta’. El de Hyundai, por cierto, ya lo está haciendo desde principios de año. Y, próximamente, le seguirá el nuevo Sportage que Kia acaba de presentar.
Cómo reinterpretar el SUV europeo
Empezaremos a hablar del nuevo Sportage por el principio: se trata de un modelo pensado, diseñado y construido exclusivamente para Europa. El resto de mercados recibirán un modelo no demasiado distinto en estética, aunque sí en dimensiones -siendo el ‘nuestro’, por ejemplo, algo más corto de longitud-.

En cuanto a estética, estrena el nuevo lenguaje de la marca -que denominan ‘Opposites United’ -‘Opuestos Unidos’-. Sus rasgos quedan claros, especialmente, en el arriesgado frontal, el cual integra sin resalto alguno los grupos ópticos.
Como buen ‘familiar lejano’ del Tucson, el Kia Sportage compartirá bastantes elementos con aquél, empezando por su novedosa plataforma. Y lo mismo debería ocurrir con buena parte de sus sistemas. En el capítulo de las ayudas a la conducción encontraremos el control de crucero inteligente, asistente de mantenimiento de carril -con función de centrado-, unas cámaras de ángulo muerto o un método de aparcamiento remoto. Muchos de ellos se integran en ‘DriveWise’, una nueva ‘suite’ capaz de coordinar su funcionamiento en base a los datos de navegación que recibe en tiempo real.

En el interior del Kia Sportage, el minimalismo y los materiales de calidad se compenetran para ofrecer un salpicadero diáfano, el cual unifica las dos pantallas gemelas de 12,3 pulgadas. La primera, justo por detrás del volante, hace las veces de ‘Digital Cockpit’, dejando la segunda como centro multimedia. Éste ofrecerá lo último de la plataforma UVO Connect, entre lo cual destaca la asistencia vocal, la compatibilidad con Android Auto y Apple CarPlay, la navegación conectada o los servicios a distancia adicionales que proporciona la aplicación móvil Kia Connect.