Tiene sólo 41 años, pero ya se proyecta como una de las estrellas internacionales del diseño automovilístico. Es tan grande su talento, que Ford le ha confiado el diseño de la marca Lincoln, su firma premium para el mercado estadounidense. La multinacional de Dearborn (Michigan, EE.UU.) lo hace después de que el anterior responsable, David Woodhouse, haya comunicado su marcha a Nissan. Woodhouse deja a Curic una marca que estaba resucitando, gracias al éxito del SUV Lincoln Navigator en los últimos dos años.
Nacido en Sarajevo (Bosnia-Herzegovina, por entonces Yugoslavia) en 1978, Kemal Curic fue un joven muy afectado por la Guerra de los Balcanes, en la que su familia perdió su casa. Con 12 años, él y su hermana se marcharon con su abuelo a Alemania, y allí descubrió que podía convertir su gran pasatiempo en su profesión: De dibujar coches en los cuadernos del colegio, se podía pasar a diseñarlos para las marcas.
En Colonia se formó, y no perdió el tiempo: Se presentó a un trabajo en Ford en cuanto se graduó como diseñador industrial. Hoy en día, Curic se ha convertido en uno de los hombres clave de los diseños de la Ford Motor Company en los últimos años: “Ford era una oportunidad tan buena para mí, tan internacional… Realmente necesitaba estar en Ford”, declaraba recientemente Curic en una entrevista a la web estadounidense MotorTrend. Curic entró en la compañía en 2004, como diseñador de interiores, pero pronto pasó al diseño exterior, uniéndose al programa de la tercera generación del Focus (lanzada en 2011).
Su obra más recordada
Sin embargo, su verdadero salto profesional llegó cuando ganó el concurso interno de Ford para definir las nuevas líneas de la reedición del Mustang. Inicialmente, fue una de las nueve propuestas que pasaron a una segunda fase (ser realizadas a escala 1:4). Cuatro de ellas se convirtieron en modelos salidos del horno autoclave, y en base a ellos la compañía escogió la idea ganadora. En ese momento, Curic da el salto de la división europea a la norteamericana. Acto seguido, en enero de 2013, se convierte en el jefe de diseño del Mustang. Así, en lo que respecta a la estética, él es el responsable último del Mustang 2015. “Habiendo crecido en Europa, aspirábamos a algo como el Ford Mustang”, recuerda Curic; simplemente ver uno en la carretera ya era increíble, como ver un unicornio. Y oir ese 5.0 V8 de daba escalofríos”.
Por sus manos también han pasado los interiores del Ka y el Fiesta, así como la estética del Kuga y el Mondeo. Incluso en la propia Lincoln ya ha dejado su huella antes de asumir su nueva posición; Curic era diseñador jefe mientras el puesto de Woodhouse que ahora hereda era el de director de diseño. Así, ha trabajado en la última generación de la berlina Continental, en el SUV Aviator (del que también ha sido el diseñador jefe) y en el crossover Corsair.