Tecnología HC

El motor que revolucionará los coches eléctricos

Más autonomía, menos peso, más suavidad... Si en las pruebas reales confirma estas virtudes, el motor HET puede ser el futuro de los vehículos eléctricos. Pero, ¿cómo consigue todo eso?

A lo largo de los últimos 100 años, los motores eléctricos apenas han cambiado. Pero, si la empresa texana Linear Labs tiene éxito con su proyecto, estos propulsores podrían vivir una auténtica revolución. Linear Labs ha ideado la Turbina Eléctrica Hunstable -HET, por sus siglas en inglés; Hunstable es el apellido de los fundadores de la compañía-.

Con el HET, prometen entre un 10 y un 20 % más de autonomía de la batería, a la vez que doblan la potencia y el par motor -en este último caso, estiman que podrían llegar a quintuplicarlo-. Y, si algo ofrecen a raudales los motores eléctricos, es par desde el momento de la arrancada.

Así funciona el HET

Los motores eléctricos tienen dos componentes básicos: Los rotores y el estator. En primer lugar, Linear Labs ha aumentado a cuatro el número de rotores; un motor eléctrico convencional de la actualidad posee entre uno y dos. A continuación, ha colocado el estator en un “túnel magnético de par” -así lo llama Linear Labs-, con sus cuatro lados de la misma polaridad para que los campos magnéticos sigan la dirección del movimiento de rotación.

Esta arquitectura implica que todo el magnetismo creado por el sistema se utiliza para generar movimiento ya que, gracias a esta alineación, todas las bobinas de cobre se aprovechan. Esto es algo que no sucede en los propulsores eléctricos de hoy en día.

Sin embargo, el propio motor puede romper esa alineación en un momento determinado, y debilitar el campo generado. ¿Por qué podría interesar esto? Sin ir más lejos, cuando circulamos a alta velocidad y ya no nos interesa el par (es decir, el empuje para alcanzarla), sino el régimen de giro.

¿Por qué lo puede cambiar todo?

La principal ventaja de la turbina HET estaría en la gran cantidad de componentes que ahorra. En consecuencia, uno de los grandes defectos de los vehículos eléctricos, el peso, quedaría considerablemente neutralizado. A partir de ese punto, comenzaría un círculo vicioso: Menos peso significa más autonomía porque no hace falta recurrir a tanta energía y con la misma carga se puede llegar más lejos. Otra de las ganancias reside en los primeros momentos de circulación, porque el HET logra una entrega de par más progresiva… y ahorrándonos los ‘tirones’ de algunos eléctricos a bajas velocidades.

Por otra parte, por el camino, Linear Labs ha despojado al motor eléctrico de transmisión alguna y de sus convertidores de corriente. En estos momentos, aunque no tengan cajas de cambios con marchas como los motores de combustión, las transmisiones reductoras son necesarias para gestionar el régimen de giro de los rotores; de lo contrario, la velocidad de giro de las ruedas del vehículo se dispararía en consonancia. Este logro, de nuevo, trae un beneficio añadido: Menos complejidad y menores costes.

En abril, Linear Labs consiguió recaudar 4,5 millones de dólares (cuatro millones de euros) para hacer realidad su idea. La única cuestión pendiente es probar una unidad real de la HET, algo que Linear Labs no hará hasta el año que viene en una scooter, y para lo que habrá que esperar hasta 2021 en un automóvil.

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