Aunque aún falten 3 años para disfrutar de esta alianza en los Grandes Premios, Christian Horner, director del equipo Red Bull, anuncia que para ellos el trabajo ya ha comenzado. Asegura además: «Poder beneficiarnos de la experiencia de un fabricante de equipo original como Ford nos sitúa en una buena posición frente a la competencia».
No podemos olvidar la historia que atesora el equipo estadounidense, tercera escudería con más campeonatos de constructores de la historia de la competición, tan solo por detrás de Mercedes y Ferrari. Desde el legendario Graham Hill, al mismísimo heptacampeón alemán, Michael Schumacher, han pilotado y ganado junto al equipo Ford.

A partir de éste mismo año 2023, Ford y Red Bull trabajarán en el desarrollo de una unidad de potencia que forme parte del nuevo reglamento técnico aprobado por la FIA. Su principal meta es explorar la tecnología del motor eléctrico y buscar vehículos más modernos y más sustentados en el software.
El presidente y CEO de Ford Motor Company, Jim Farley, asegura que: «la Fórmula 1 es el escaparate ideal para innovar, compartir ideas y conectar con decenas de millones de nuevos clientes».
Con este anuncio, Ford será el único fabricante que participe en todas las categorías competitivas del automovilismo, lo que vislumbra la estrategia empresarial de la marca norteamericana en su regreso al `Gran Circo´. Un gran escaparate para la marca que les busca ayudar a liderar la revolución de los vehículos eléctricos en todo el mundo. Revolución que ya cuenta con éxitos como el F-150 Lightning y el Mustang Mach-e.
Su compromiso por introducir combustibles sostenibles en la competición a partir de 2026, acercando el mayor evento mundial del motor hacia la movilidad menos agresiva con el medio ambiente, genera optimismo entre los aficionados más concienciados con los niveles de contaminación mundial.
¿Qué significa realmente esta incorporación para la competición?
Hemos con nuestro experto Sergio Álvarez, colaborador de la agencia Iberianmph, para dar con un punto de vista más enfocado en lo que esta noticia realmente significa para la competición:
«El contexto para la participación de los fabricantes automovilísticos en Fórmula 1 ha evolucionado favorablemente en los últimos tiempos, fruto en buena medida de los esfuerzos de Liberty Media por hacer del campeonato una propuesta atractiva para todos los `stakeholders´. Recientemente, entre los compañeros de Iberianmph discutíamos esta cuestión, todavía con mucho escepticismo de que alguien se fuera a atrever tras la mala experiencia de Honda en sus primeros años…»
«Pero, como digo, debemos reconocer que las cosas han cambiado bastante: para empezar, se ha implantado un tope presupuestario de 95 millones de dólares al año para todos los motoristas de 2023 a 2025 y se ha congelado su desarrollo por normativa hasta ese mismo año, por lo que la F1 ya no debería ser un mero horno en el que quemar dinero… Asimismo, para 2026 se ha retirado el MGU-H -sistema de recuperación de la energía térmica– de la arquitectura de las unidades de potencia, abaratando su desarrollo y centrándolo en elementos más interesantes para los constructores de automóviles -entrega de potencia al 50% entre la unidad de combustión y la eléctrica recuperada -MGU-K-, combustible sintético…-.»

«Al mismo tiempo, desde el punto de vista de marketing la F1 vuelve a ser apetecible para una marca: Liberty ha trabajado mucho su atractivo para el gran público, volviendo a sus épocas de más interés y, de una vez por todas, penetrando en condiciones en el mercado estadounidense -gracias, en buena medida, a la serie de Netflix «Drive to Survive»-. Si a todo esto le añadimos el «modelo de negocio» que ha escogido Ford -prácticamente patrocinar las unidades de potencia Red Bull añadiéndoles el óvalo-, este deporte vuelve a tener sentido para los grandes actores de la industria de la automoción.»
Sin duda, la incorporación de Ford resulta un ´win-win´ tanto para la empresa como para la competición. Un movimiento más que acertado.