El Departamento de Energía de EE.UU. va a conceder a Ford un préstamo de 9.200 millones de dólares -unos 8.300 millones de euros-, destinados a la construcción de tres fábricas de baterías para vehículos eléctricos.
¿Conseguirán que haya más eléctricos en las calles?
No es ningún secreto que los elevados costes de los vehículos eléctricos disuaden a muchos clientes de decantarse por ellos. Por eso, uno de los principales objetivos de esta apuesta de Ford es reducir los costes de producción, para hacerlos más asequibles.
En este sentido, el tesorero del fabricante, Dave Webb. Asegura que la decisión “va a ayudar a que los mejores vehículos eléctricos lleguen a más clientes; y, al mismo tiempo, va a impulsar miles de puestos de trabajo bien pagados en la industria estadounidense”. Webb lo tiene claro: “Las grandes transiciones tecnológicas siempre se han visto aceleradas por la colaboración entre los sectores público y privado”.
Para analistas como Gary Silberg, responsable global del sector de automoción en la consultora KMPG, la magnitud de este esfuerzo económico es un hito. “No habíamos visto una inversión como ésta desde el surgimiento de la industria del automóvil hace cien años”, afirmaba en el medio especializado en economía Bloomberg. Estadísticamente, quizás no hay que irse tan lejos…
Los 9.200 millones de dólares suponen la mayor ayuda gubernamental en EE.UU. desde la crisis financiera de 2009. Ya por entonces, Ford recibió 5.900 millones de dólares -5.300 millones de euros- para renovar sus factorías, bajo el compromiso de prepararlas para la producción de vehículos más compactos y eficientes.
Motivos para apoyar a su industria
EE.UU. se está tomando muy en serio la rivalidad con China en la fabricación de baterías para vehículos. Hoy por hoy, el gigante asiático domina el sector, con tres cuartas partes de la producción mundial. Dentro del Departamento de Energía, el dinero procederá del programa de Fabricación de Vehículos de Tecnología Avanzada -AVTM, por sus siglas en inglés-.
Ésta es la misma iniciativa que contribuyó al crecimiento de Tesla en su día; y que, más recientemente, ha apoyado la alianza entre General Motors y LG Solution para levantar otra planta de baterías de ion-litio. También se ha beneficiado del programa AVTM la empresa Redwood Materials, dedicada al reciclaje de baterías y fundada por el exjefe tecnológico de Tesla.
Además, en el ámbito de las baterías, Ford se ha aliado con la compañía surcoreana SK Innovation. Su meta común es crear suficiente capacidad en estos componentes como para alimentar dos millones de vehículos eléctricos al año a partir de 2026.
La ‘joint venture’ resultante se llama BlueOval SK. Independientemente de la cantidad prestada por el Gobierno estadounidense, las tres fábricas les costarán 11.400 millones de dólares en total -10.400 millones de euros-. Dos de ellas se ubicarán en el estado de Kentucky, y otras dos en Tennessee. En total, su producción anual de baterías equivaldrá a ofrecer 129 gWh de capacidad al año, suficientes para alimentar dos millones de vehículos eléctricos.