Prácticamente desde su primera generación de finales de los 80 hasta la actualidad, el Fiesta se ha convertido en una de las mejores compras que se podían hacer en el segmento de los urbanos. Siempre le ha acomañado una buena calidad, un diseño moderno y desde cuarta generación -de principios de los 2000- unas magníficas cualidades en carretera.
La actual generación es ya la sexta y tras cuatro años en el mercado le toca ponerse al día y actualizarse, en especial en el apartado tecnológico, aunque como suele ocurrir en estos restyling de ‘paso del ecuador’, también ha habido mejoras en aspectos como los motores o la apariencia.
Comenzando por esto último, el Fiesta 2022 ha renovado toda su parte frontal, hay dos nuevos colores de carrocería, hasta siete nuevos modelos de llantas, también varía ligeramente la parte trasera… Dos cosas se mantienen del anterior modelo, cada vez más en desuso pero no por ello menos interesantes. La primera es la posibilidad de elegir el modelo con carrocerías de tres o cinco puertas, algo que por ejemplo ya no encontrarás en un Seat Ibiza, un Peugeot 208, un VW Polo o un Renault Clio.

Por otro lado está la amplia gama de acabados a elegir… que no sólo ‘influyen’ en el equipamiento, sino en la estética del modelo. Por un lado están los acabados ‘sencillos’, como son el Trend y el Titanium. A partir de ahí, tenemos las variantes deportivas denominadas ST-Line y ST, con paragolpes, llantas o parrilla delantera específicas, además de contar con un alerón en la luneta. También está el acabado Active, con más protecciones para la carrocería, una altura al suelo ligeramente mayor y barras de techo.
Pero si todo eso fuera poco, también hay packs para completar el aspecto del modelo, como son el ‘X’ y el ‘Vignale’ que consiguen darle al Fiesta un aspecto en general más exclusivo y lujoso. En cuanto a la tecnología, sin duda ahora todo el protagonismo es para los nuevos faros delanteros: llevan tecnología led de serie en toda la gama, pero en opción puede incluir unos leds matriciales más avanzados, con distintos modos de iluminación según el clima o la velocidad… y, por supuesto, con la posibilidad de crear zonas de sombra para no deslumbrar a otros conductores cuando se circula de noche.
En cuanto al interior, lo que es el diseño en sí no varía y se mantiene fresco… pero el único cambio reseñable consigue darle al habitáculo un aspecto más sofisticado. Nos referimos al cuadro de instrumentos mediante una gran pantalla digital de 12,3″; una tecnología que trase llegar a los Focus, Puma o Kuga ahora se extiende al segmento urbano, ofreciendo una instrumentación muy vistosa y con distintas ‘vistas’ -todas ellas muy coloridos- que cambian según se elige entre uno de los modos de conducción del vehículo.
En la consola central se mantiene sin grandes variaciones el sistema multimedia Sync3, lo cual quiere decir que la tecnología Sync4 aún deberá esperar en este modelo; conserva la pantalla táctil de 8″, la compatibilidad con Android Auto y Apple CarPlay, así como funciones interesantes, tales como poder mostrar imágenes de la cámara trasera y sus 180º. Hasta, como detalle curioso, no falta una alerta de ‘ocupantes traseros’ que se muestra cuando vas a abandonar el vehículo -que sabe que al iniciar el trayecto abriste alguna de las puertas traseras- y que te recuerda que no olvides a tu mascota o a tu hijo pequeño en las plazas posteriores.
Uno de los urbanos mejor conectados
Con todo, hablamos de un urbano que puede presumir de una buena conectividad por varios factores. El primero, dispone del Modem Pass de Ford; eso permite que, por ejemplo, el usuario pueda descargarse una app en su móvil con la que manejar muchas funciones del coche.
Se llama Ford Pass y con ella, por ejemplo, es posible abrir o cerrar los seguros de las puertas, conocer la ubicación del vehículo en tiempo real, arrancar el motor a distancia -sólo en las versiones con cambio automático- y conocer datos de todo tipo, como la autonomía restante, el estado de la alarma, la presión de los neumáticos, el nivel del aceite…
Pero la conectividad del coche va más allá; así, la navegación puede recibir información del tráfico en tiempo real, así como actualizaciones de manera remota. Por otro lado, el Ford puede ‘comunicarse’ con el exterior y recibir alertas en caso de que haya una situación de peligro en las proximidades, incluso en una zona donde hay un incidente que no es visible para el conductor, como puede ser tras una curva.
Por lo demás, en el interior siguen estando presente detalles como la posibilida de incluir un cargador inalámbrico para móviles compatibles y un sistema de sonido B&O con diez altavoces, un subwoofer integrado y un amplificador de procesamiento de señal digital de 575 watios.
Y vamos con la parte dinámica; Ford hace hincapié en que su motor 1.0 turbo de tres cilindros, en versiones de 125 ó 155 CV -de serie, con cambio manual de seis marchas; aunque el menos potente puede llevar una caja automática de siete velocidades- puede contar ahora con un sistema microhíbrido de 48V.
Capaz de permitir ahorros de un 5% en combustible -eso quiere decir que el de 125 CV se conforma con sólo 4,9 l/100, que es un valor excelente- y de aportar un extra de empueje extra en aceleración, esta tecnología sirve también para que el coche cuente con un stop/start de funcionamiento especialmente suave, además de poder detener el motor por debajo de 25 km/h. También le otorga al modelo la preciada etiqueta ECO.
En la gama también habrá un muy razonable 1.0 de 100 CV, aunque la estrella seguirá siendo el 1.5 turbo, también de tres cilindros, con 200 CV que equipe la variante ST. Aunque el par máximo ha aumentado un 10% respecto al anterior ST, las prestaciones se mantienen sin cambios, con una velocidad máxima de 230 km/h y una aceleración de 0 a 100 km/h en 6,5 segundos.
Por cierto, que este ST será el más equipado y estrenará, entre otras cosas, unos nuevos asientos deportivos o un color de carrocería verde al estilo del que ya lleva el Puma. No hay menciones a los propulsores turbodiésel.

En carretera, el Fiesta puede contar con un selector de modos de conducción que dispone de tres posiciones básicas: Normal, Eco y Sport; sin embargo, en las versiones Active se suman dos modos para circular fuera de carretera, como son la Trail y la Slippery… mientras que si te decantas por el ST dispondrás de un modo Track muy deportivo.
Los asistentes a la conducción resultan completos para el segmento de los urbanos. Por ejemplo, según versiones podrá disponer de un control de velocidad activo con función Stop&Go en el caso de los Fiesta automáticos. Tampoco le van a faltar el control de mantenimiento dentro del carril, el lector de señales de velocidad -también lee las de dirección prohibida-, el dispositivo de aviso de obstáculos en el ángulo muerto de los retrovisores, el de frenada automática en caso de emergencia o riesgo de colisión… y un completo asistente de aparcamiento automático.