Cuando Fiat decide recuperar la denominación Tipo, el objetivo es usarla en un coche de precio muy razonable; de hecho, era una alternativa a modelos que se vendían por aquel entonces, como los Seat Toledo, Skoda Rapid o Citroën C-Elysée.
Sin embargo, con el paso de los años, el Tipo ha ido sofisticándose… y de qué manera; primero, con el restyling de hace un par de años que le permitió incorporar mejoras tecnológicas, sobre todo en la parte multimedia, así como en los asistentes a la conducción -con sistemas como el de alerta por fatiga, lector de señales de tráfico, frenado de emergencia autónomo…-. Y ahora, se completa ese proceso de actualización del coche con una variante micro-híbrida que consigue dos cosas.
Por un lado, seguramente, situarse en lo más alto de la gama por precio, aunque aún habrá que esperar unas semanas para conocer el coste final de una variante que es muy probable que solo se venda con los acabados más completos. Por otro, convertirse, sin ninguna duda, en el Tipo más interesante de la gama.
El mérito radica, como es lógico, en la parte mecánica; y ojo, porque lo que estrena esta variante -también lo hará el SUV urbano de la gama, el 500X- es una mecánica 1.5 turbo, gasolina, de cuatro cilindros y una potencia de 130 CV, que se asocia a un sistema eléctrico de 48 voltios que suma otros 15 kW. Todo ello controlado por otra novedad, el cambio automático de doble embrague y siete velocidades.

No pretende ser un híbrido enchufable como el Jeep Renegade-e, donde el motor eléctrico puede impulsar el coche a velocidades de carretera, pero sí que el sistema micro-híbrido ayude a que los arranques sean suaves, silenciosos y en modo cero emisiones, a aportar un extra de potencia e, incluso, a ayudarle en determinadas circunstancias -como un terreno favorable- a desconectar el motor térmico, con el fin de ajustar el consumo de combustible al máximo.
Mejores consumos que los diésel
De hecho, dentro de lo que son los ciclos que se llevan a cabo para homologar el consumo, Fiat asegura que el motor de gasolina puede permanecer ‘apagado’ durante el 47% del tiempo, y que en el ciclo urbano ese porcentaje alcanza el 62%. El resultado práctico es un consumo medio de 4,7 litros a los 100 km, diciendo la propia marca que es inferior al del Tipo diésel y sus cinco litros de media.
No es la única ventaja el consumo ajustado: también las cifras de emisiones son muy contenidas -hasta un 11% menores que las de otro motor reciente y moderno de la marca, como es el 1.3 turbo-, mientras que las prestaciones son sorprendentemente buenas, con una aceleración de 0 a 100 km/h en solo nueve segundos.
Este Tipo permite utilizar, en diversas circunstancias, su parte completamente eléctrica; por ejemplo, en las arrancadas desde parado -el llamado modo e-launch-… siempre que la demanda de potencia sea baja y haya carga en la batería. También pueden ser ‘cero emisiones’ las maniobras de aparcamiento con el modo e-parking. Asimismo, el suministro de energía solo eléctrico también se puede utilizar para la función e-creeping, que es habitual cuando te mueves en un atasco o fuerte retención.
Esta nueva versión se va a poder elegir tanto con la carrocería compacta de cinco puertas, como con la familiar; además, se puede escoger entre cuatro niveles de acabado: Tipo, City Life, City Cross y Cross.