Desde un punto de vista técnico, la respuesta es que sí: es factible recargar un eléctrico sin necesidad de contacto físico -por cable- entre cargador y vehículo. Los coches eléctricos utilizan la misma tecnología de baterías de iones de litio que dispositivos como los smartphones, por lo que, si se equipan de manera adecuada, sus baterías también podrían cargarse sin necesidad de enchufar un grueso -y bastante pesado- cable. Algo que puede ser muy útil cuando llueve o cuando se aparca en la calle, donde no es conveniente instalar cargadores al lado de la carretera.
La recarga inalámbrica de los vehículos se encuentra todavía en una fase inicial, pero se están haciendo progresos en numerosos frentes. Fabricantes de vehículos como BMW ya han experimentado con esta tecnología, y hoy en día ya hay pruebas en las que coches compatibles con dicha tecnología pueden cargarse de forma inalámbrica en aparcamientos públicos.
Incluso hay un coche que está a punto de salir a la venta, el Genesis GV60 -un SUV que ha desarrollado la firma premium de Hyundai- que lleva instalado el hardware de carga inalámbrica, antes de que se inicie una prueba piloto en el año 2022. Un modelo que, por cierto, entre esa tecnología y otras como la de biometría que también ofrece, bien puede pasar a situarse entre los modelos más tech de lo que llevamos de siglo.
¿Cómo funciona esta tecnología?
La carga de los coches sin cables funciona de forma similar al cargador de teléfono inalámbrico que ya tienes, sólo que a mayor escala. Los cargadores inalámbricos para vehículos funcionan de la misma manera, pero a una distancia que se mide en pulgadas en lugar de milímetros.
En ambos casos, la tecnología necesaria se llama carga inductiva. En este caso, la electricidad se transfiere a través de un espacio de aire desde una bobina magnética en el cargador a una segunda instalada en el smartphone o el coche. Todo lo que hay que hacer es aparcar en el lugar adecuado, para asegurarse de que ambas bobinas están alineadas, y entonces puede comenzar la carga. Los periodos de carga serán bastante aceptables, pues se habla de una cifra de seis horas para que la batería se ‘rellene’.
Una de las pruebas de carga inalámbrica para vehículos que se está llevando a cabo en estos momentos, dirigida por una empresa de carga llamada Char.gy, es una prueba de 12 meses que se inició en el Reino Unido en octubre de 2021 y que acabará con la instalación de 10 almohadillas de carga inalámbrica en plazas de aparcamiento del condado de Buckinghamshire.
