Apenas ha pasado un año desde que la actual generación del Ibiza, la quinta, se pusiera al día con un interior mucho más fresco y, sobre todo, tecnológico. Una serie de mejoras que, por cierto, también estrenó de manera simultánea el Arona, su hermano de gama que ha conseguido lo que nadie había hecho por más de 30 años, que era inquietar su liderato en ventas dentro de la marca.
Pero como el mercado del automóvil es territorio exigente, es necesario estar constantemente actualizando los modelos. Y si la inflación hace que los precios no dejen de aumentar, también se hace imprescindible mejorar la oferta del modelo ofreciendo propuestas que atraigan al cliente.
En este caso, la idea pasa por ofrecer paquetes de equipamiento por un precio mucho menos que si el usuario quisiera adquirir los productos que lo conforman por separado. Es una forma atractiva de relanzar modelos que, como todos los del mercado, ha acusado el notable incremento en las tarifas provocado por la subida en el precio de las materias primas, la escasez de semiconductores…
Para que te hagas una idea, a principios de verano del año pasado, la versión de acceso a la gama del Ibiza -con su motor de 80 CV, gasolina- se ofrecía en promoción por un precio desde 10.990 euros, si bien correspondía a la variante anterior al restyling. Es decir, era 3.000 euros más asequible, lo cual es una cantidad importante dentro del segmento de los urbanos.
Con el fin de volver a aumentar su atractivo frente a la numerosa competencia -compuesta por modelos como el Peugeot 208, el Hyundai i20, el Ford Fiesta, el VW Polo o el Renault Clio, entre otros-, lo que ha hecho la firma de Martorell es aumentar «su personalización y atractivo».
Por poner un ejemplo, hasta ahora los acabados básicos de este modelo son los Reference XM, Style XM y FR XM. Ahora se ofrecen unos packs con las denominaciones XM, XL y XXL y que apenas suponen un coste de 200 euros.
Comenzando por lo que ya llevaban de serie, los Ibiza Reference XM disponen de elementos como los faros delanteros de led ‘básicos’, control de presión de neumáticos, cuadro de mandos digital -pero en la variante de 8″-, sistema multimedia con pantalla táctil de 8,25″, detector de fatiga…

Por encima se emplazaría el Style XM, con la versión más completa de los faros de led, el control de velocidad adaptativo, la compatibilidad con los protocolo Android Auto y Apple Car Play… y, en último lugar, tendríamos al FR XM que, además de lucir un aspecto más deportivo, también dispone de selector de modos de conducción, lector de señales de tráfico…
Pero, como decimos, lo bueno tiene que ver con los paquetes opcionales. Para el Reference puedes añadir el XL que tiene elementos como el control de velocidad. En el Style XL se suma un climatizador bizona, sensores de aparcamiento traseros o la cámara posterior. Mientras tanto, en el FR XL aparece un cuadro de mandos digital de gran tamaño -10,25″-, más asistentes a la conducción como el control de velocidad adaptativo, el dispositivo que cambia de manera automática entre luces cortas y largas…