Normalmente, cuando una marca de coches se zambulle en el proceso de renovar toda su gama, suele dejar lo mejor para el final. Esto es, que el modelo considerado como ‘buque insignia’ suele ser el último en recibir el novedoso ‘aire de familia’. Y, al mismo tiempo, es el primero en estrenar las tecnologías que ya están listas para ‘pisar la calle’. Una posición privilegiada que tiene sus ventajas, como puedes ver.
Actualmente, Land Rover se encuentra -sin duda- en ese ‘punto dulce’ previo a la aparición estelar de su próximo Range Rover, una nueva generación del vehículo que inventó el concepto del TT de lujo. De hecho, algunos avispados ‘espías’ han encontrado sus prototipos ya rodando en exteriores.
Pero, mientras ese momento llega, no hace daño exprimir aún más las posibilidades de la iteración actual. En ello se ha embarcado el departamento SVO -‘Special Vehicle Operations’- de la marca. Y, tomando como base la terminación SVAutobiography, han creado la edición especial ‘Range Rover SVAutobiography Ultimate’. Y nos preguntamos: ¿todo eso quiere decir que es ‘lo más de lo más’?
Un trabajo de ‘sastrería’
Empezando por las posibilidades de configuración, esta edición limitada puede elegirse tanto con la carrocería estándar como la alargada. La única diferencia es la oferta de motorizaciones: si optas por la segunda, podrás encargarla con mecánica híbrida enchufable -la P400e- en el caso de que no desees equipar el poderoso V8 de 565 CV que se ofrece por defecto.

Como buena tirada especial, la estética es fija. Land Rover ha elegido para el Ultimate el tono ‘Orchard Green’ -con un nuevo acabado satinado- como color base, rematado por el techo en negro y diversos apliques en bronce.
Otro aspecto ya esperado -máxime en un modelo de estas características- es el amplio catálogo de ayudas a la conducción disponibles, como el control de crucero adaptativo, los sensores de ángulo muerto y tráfico cruzado o el detector de fatiga.

El habitáculo del Range Rover SVAutobiography Ultimate guarda poca distancia con el de un jet privado. Prueba de ello son elementos como los asientos traseros, revestidos en pile Poltrona Frau y dotados con regulación independiente y funciones de calefacción y ventilación. Incluso es posible seleccionar un programa de masaje que imita una terapia de relajación asiática con ‘piedras calientes’.