Hyundai lleva presente en España desde hace más de 30 años. Y durante buena parte de ese tiempo, se ha ganado una merecida fama, entre otras cosas, porque en su gama no faltaban varios tipos de berlina: desde las más pequeñas, derivadas de los Pony y Accent, hasta las más grandes, como los XG o Grandeur… pasando por las intermedias y de mayor éxito, como fueron los Lantra, Elantra, pero especialmente los Sonata e i40.
En la actualidad, si exceptuamos los Ioniq e i30 Fastback, ese tipo de línea ha quedado desterrado de la gama. Por ese motivo, no está previsto de ningún modo que pueda llegar a nuestro mercado un vehículo que la marca acaba de anunciar para mercados como el doméstico -Seúl- o el estadounidense: la octava generación del Sonata.

Cabe recordar que cuanto ese modelo dejó de venderse en nuestro país, a principios de la pasada década, hablábamos de un gran modelo de 4,8 metros de largo que contaba con variante diésel de 150 CV, un equipamiento razonable… y que costaba menos de 16.000 euros. De llegar en su nueva generación, nadie duda que costaría prácticamente el doble, pero también que el salto cualitativo y cuantitativo sería gigantesco.
A grandes rasgos, el nuevo Sonata es una berlina con el diseño llamativo que Hyundai le está otorgando a sus nuevos modelos, combinad con una muy buena tecnología y mecánicas ‘razonables’. Puede que no sea un SUV, pero su apariencia es espectacular, con aire de berlina-coupé, al estilo de un Volkswagen Arteon o Peugeot 508 -que serían sus dos rivales más directos-.
El frontal resulta la parte más característica, con rasgos ya vistos en el Staria o el renovado Kona, con una firma visual muy reconocible debido a la banda de led que atraviesa todo el morro -recurso al que denominan ‘Seamless Horizon-. Otros detalles característicos son los faros principales que van tan integrados que parecen ocultos, la generosa toma de aire frontal…
También aseguran que la aerodinámica ha sido muy bien tratada en el modelo… lo cual quizá también explica esa parte trasera tan inclinada, un poquito al estilo del Ioniq 6 y con la presencia de un portón que integra un alerón. En esa zona del vehículo, también destaca la presencia de hasta cuatro salidas de escape; por último, las llantas de aleación pueden ser hasta de 19″.
El modelo lucirá un aspecto aún más vistoso en las variantes con terminación N-Line, pues tendrán una imagen más deportiva, algo que Hyundai ofrece en la práctica totalidad de sus modelos.
Por lo que se refiere al interior, vemos la implementación de un estilo ya visto en otros modelos de la marca, como es el empleo de una pantalla curva que se extiende desde la instrumentación hasta la parte multimedia. Dicha pantalla es el resultado de combinar un display de 12,3″ frente a los ojos del conductor y otro del mismo tamaño en la parte central de la consola para todo lo relacionado con el infoentretenimiento.

Con esos elementos ya se logra una notable digitalización del interior, pero, aun así, Hyundai ha decidido mantener por separado los mandos para la parte de la climatización -aunque también disponen de superficies táctiles-. La tradicional palanca para la transmisión automática no va situada en el lugar habitual, sino que se ubica detrás del volante.
Por ahora, y a la espera de la presentación del modelo en sociedad, algo que tendrá lugar esta misma semana, concretamente en el Salón de Seúl, no se ha facilitado datos sobre mecánicas, si bien hay que decir que la generación saliente, cuenta con variantes gasolina de hasta 290 CV, así como un híbri. auto-recargable de 190 CV.