Efectivamente, aquella carrera en Jersey supuso el primer gran hito de una escudería histórica cuyo nombre suele surgir a menudo entre los conocedores de aquella época. Y no es para menos: pocos equipos 100% privados pueden afirmar que ganaron dos veces en Le Mans. Y de forma absoluta.
También, para quien considera el automovilismo un arte, los vehículos de esta escudería tienen algo especial. Al primigenio C-Type le siguieron otros seis ejemplares más en muy poco tiempo. Todos ellos compartían la misma decoración: un profundo azul -con reflejos metalizados- como color base. Y, por encima, unas breves franjas en blanco. Una representación rodante de la misma bandera escocesa, la cual -en agradecimiento- infundirá el espíritu de sus altas tierras en aquellas máquinas.
Los éxitos no se hacen esperar: uno tras otro, los templos de la velocidad de su tiempo -Goodwood, Zandvoort, Spa…- se vuelven ‘tierra conquistada’, construyendo un palmarés envidiable dentro de los Sport Prototipos. Pero no hay pastel completo sin su guinda, y la Ecosse logra -en 1956 y 1957- poner no una, sino dos al triunfar por partida doble -y consecutiva- en las 24 Horas de Le Mans. Una proeza al alcance únicamente de equipos oficiales como Ferrari o Bentley.
Fiel hasta el último tornillo
Afortunadamente, la Ecurie Ecosse ‘vive’ para seguir recordando su historia. Y, recientemente, su actual ‘alma mater’ -Alasdair McCaig- pensó que sería una buena idea rendir homenaje a los coches que dieron inicio a la leyenda. Dicho y hecho: Ecurie Cars -su taller de construcciones artesanales- está trabajando en el Ecurie Ecosse LM-C, una réplica de los Jaguar originales cuya tirada se limitará a sólo siete ejemplares.

Coherentemente con aquéllos, el motor es el mismo seis cilindros de la marca del felino, con la única mejora de un sistema de inyección que permite obtener 300 CV de potencia a 4.750 RPM y una respuesta más ‘dulce’ al pie derecho. Unido a los 998 kg de bastidor y carrocería, esta ‘neorreliquia’ se las arregla para alcanzar los 100 km/h desde parado en 5,2 segundos y una velocidad punta superior a 250 km/h.
Ecurie Cars no ha desvelado el precio que tendrá el Ecurie Ecosse LM-C, si bien ya te adelantamos que no será precisamente barato. Aunque, conociendo el espíritu escocés, hay algo que a sus futuros propietarios les asustará más que la etiqueta: la certeza de que, si se atreven a estropearlos, se convertirán poco menos que en enemigos públicos de Escocia.