Por el momento, su foco está en el negocio de los patinetes eléctricos, pero su objetivo es pasarse a la movilidad multimodal. Su intención es imitar los pasos de GoTo – empresa que ofrece alquiler de todo tipo de vehículos-, y abarcar diversos modelos de movilidad: motos, bicis o coches compartidos. De hecho, la compañía ya ha presentado su proyecto de bici eléctrica que pretende lanzar al mercado europeo este verano.
Su fundador es Henri Moissinac, el antiguo director de Ofo -una de las primeras empresas asiáticas que trajeron la movilidad compartida a Europa-. Pero, ese proyecto no salió del todo bien. De hecho, esta tecnológica asiática tiró la toalla en el sector de la movilidad compartida. En pocos meses, sus bicis se acumularon en las calles de las grandes ciudades sin que la propia compañía supiese qué hacer con ellas.
Tras el cierre de la empresa en el Viejo Continente y con solo siete meses en el negocio, Moissinac decidió plantear su propia idea de compañía de movilidad compartida y patinetes eléctricos. Por ahora, la empresa cuenta con más de 30.000 patinetes eléctricos distribuidos por cinco países -Bélgica, Francia, Alemania, Italia y Polonia-.
Málaga, primer destino de Dott
La comunidad de Andalucía lleva meses siendo foco de atención del colectivo tecnológico internacional. Desde que Google anunció que abriría un centro de ciberseguridad, muchas empresas se han sentido atraídas. Por ejemplo, la compañía del sector tecnológico Globant, también escogió Málaga también como vía para adentrarse en España.
A principios de año, Dott declaraba a ‘Business Insider‘ que tenía un ojo puesto en nuestro país. Pero, ante la falta de oferta por parte de los diversos terriorios españoles, la compañía ha decidido comenzar por su cuenta su andadura en Málaga.
Parte del éxito de Dott en Europa viene de su propuesta de modelo de negocio. Ha logrado plantear una idea que podría acabar con el principal inconveniente de los patinetes eléctricos: el aparcamiento que obstaculiza a los peatones. Por ello, propone que estos vehículos ocupen lugar en la calzada en lugar de las aceras -al menos, a la hora de estacionar- como cualquier coche.