Puede que nadie -al menos, profano- elija nunca al Jaguar E-Type como símbolo nacional británico. En esa especial jerarquía, ni siquiera sería su coche más representativo -ese puesto es para el Mini-. Pero de lo que no cabe duda es de que su origen sí fue puramente ‘british’.
Esto es, la casualidad de presentar un modelo muy ‘chic’ y prestacional… en mitad del salón del automóvil más importante del calendario… y organizar colas para probarlo, porque sólo tienes dos ejemplares. Carácter, belleza y deseo: los ingredientes básicos de una mezcla que -hace sesenta años- dio origen a una leyenda.
Traspasar el umbral de seis décadas -se dice pronto- es una ocasión irrepetible para un sentido y especial homenaje. La propia Jaguar lo sabe y, por eso, ha abierto sus brazos a ‘lo mejor de lo mejor’. Veamos dos ejemplos de lo que el ‘homenajeado’ ha recibido.
La hora de recordar… y de brindar
En una marca como la de Coventry, tan adoradora de la deportividad, el tiempo es un bien sumamente preciado.


Por ello, el relojero británico Bremont aporta a esta celebración un singular set de relojería. Se compone de un cronógrafo de pulsera -con una esfera que imita la instrumentación del E-Type- y de una pareja de cronómetros, presentados al estilo de los que se emplean en rallys de regularidad.
Claro que, la conducción deportiva también encierra siempre una vertiente ‘espirituosa’. A esta última responde la Scotland’s Oldest Working Distillery.

Su línea de whisky ‘Glenturret’ ha recibido una nueva destilación añeja de edición limitada. Se denomina ‘Coventry to Geneva’, y está protagonizada por la presencia de la madera de roble: en su aroma, en su golpe de sabor… y en la caja personalizada que cobija la botella conmemorativa, diseñada por especialistas de Jaguar Classic. Como remate de la presentación, cada paquete contiene un libreto y un llavero.