Cuando un coche autónomo sufre una colisión o atropella a una persona, ¿de quién es la culpa?: ¿del vehículo o del usuario? Pues bien, a través de una nueva normativa, el Reino Unido se ha pronunciado: la culpa en caso de accidente con un vehículo autónomo será del fabricante que lo ha producido. Bastará con que en ese momento el control no lo esté llevando el conductor, para que se dé esta atribución de responsabilidad.
Según la hoja de ruta presentada por el Gobierno británico, esta nueva legislación se basa en el desarrollo de leyes ya existentes sobre inteligencia artificial.
Objetivo: popularizar el coche autónomo
La decisión forma parte de los planes del país para autorizar la circulación de vehículos autónomos por autovías a partir de 2023. Su implantación será gradual: las autoridades comenzarán permitiendo tecnologías como la de mantenimiento del carril, hasta permitir los coches totalmente autónomos en 2025. Pero, además, supone un giro de guión en comparación con las sentencias que se venían emitiendo en EE.UU. Allí, fueron los conductores quienes se llevaron la responsabilidad por una serie de atropellos, quedando empresas como Uber y Tesla absueltas por estos sucesos. Por el contrario, los conductores fueron condenados por homicidios negligentes.
No obstante, en el caso de Tesla conviene aclarar que el sistema Autopilot de Tesla ofrece un grado reducido de conducción autónoma. Concretamente, el nivel 2, el cual, a pesar de las automatizaciones que ofrece, no permite que el conductor aparte las manos del volante. En la actualidad, tal y como sucede en gran parte de Europa, con la legislación británica en vigor está prohibido usar el Autopilot en las vías públicas. En cambio, con sus nuevas leyes, Reino Unido podría estar sentando un precedente. El resto de países podrían fijarse en él para acabar con las zonas grises en las normativas sobre circulación existentes por todo el mundo.
160 millones para crear 38.000 empleos
La medida forma parte de un conjunto de gestos de la Secretaría de Transportes del Reino Unido para promover la implantación del vehículo autónomo. A esta medida se añade la financiación de 119 millones de euros al cambio, anunciada por el Gobierno británico para los vehículos autónomos. De esa cantidad, 24 millones se destinarán a ayudas para la puesta en marcha de servicios basados en el uso de estos automóviles (mensajería, transporte de viajeros, etc.). Otros 41 millones adicionales se dedicarán a investigación en materia de seguridad de estos automóviles.
El presidente de la Asociación del Automóvil de Reino Unido, Edmund King, resalta la importancia de que “el gobierno estudie cómo estos vehículos interactuarán con otros usuarios de la carretera en diferentes vías y en condiciones meteorológicas cambiantes”. Para King, “el premio final” merece la pena: “salvar miles de vidas y mejorar la movilidad de los ancianos y de las personas con movilidad reducida”. El Reino Unido estima que los vehículos autónomos podrían suponer la creación de 38.000 nuevos puestos de trabajo.