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Cuáles han sido las historias más curiosas de Opel en 160 años

Desde su fundación en 1862, el fabricante alemán no solo se ha dedicado a los coches, sino también al desarrollo de soluciones innovadoras que facilitaron la vida cotidiana, como sofisticadas máquinas para la agricultura, motores para vehículos de dos ruedas y aviones… ¡hasta frigoríficos!

Imagen del fundador de Opel

Los 160 años de Opel están marcados por su éxito como una compañía de automóviles que ha logrado superventas en todo el mundo, como las alcanzadas con modelos como el Opel Corsa o el nuevo Astra. Sin embargo, durante su trayectoria, su atención no solo estuvo puesta en la industria del automóvil, pues, además de fabricar coches, la marca se enfocó en otros productos que, en su época, causaron revuelo, pero que hoy han caído en el olvido.

Se trata de innovaciones y soluciones que facilitaron la vida diaria y que pocos habrían esperado de una marca de automóviles. En esta lista contamos, por ejemplo, con frigoríficos, bobsleighs –trineos para el deporte de invierno que recibe el mismo nombre-, motores para monoplazas, pequeños remolques, entre otros. Estos objetos son algunos de los “tesoros ocultos del archivo Opel”, que han alcanzado incluso el estatus de culto.

Producción de frigoríficos

En la actualidad, el frigorífico forma parte del equipamiento básico de toda cocina. Pero en el pasado, este aparato era el sueño de muchos hogares en todo el mundo, como en la Alemania de 1959. Y uno de los modelos más codiciados por las amas de casa era el “Frigidaire”, marca que llevaba fabricando estos equipos desde 1916. En 1918 la empresa fue comprada por General Motors.

Desde mediados de la década de 1920, la demanda de frigoríficos se incrementó en todo el mundo. De esa manera, Frigidaire, filial de GM, se expandió también a Alemania. En 1926 se fundó Frigidaire GmbH en Berlín, y desde 1931 Opel suministró componentes desde Rüsselsheim –su sede central– a la línea de montaje de Berlín. El 1 de octubre de 1938 la planta principal de Rüsselsheim se hizo cargo finalmente del montaje completo.

Imagen de tienda donde se vendían refrigeradores de Opel

A partir de 1949, los frigoríficos fabricados en Rüsselsheim llevan la inscripción “Product of Adam Opel AG” -Producto de Adam Opel AG- en su logotipo. En 1954, la marca llegó a convertirse en líder del mercado en Alemania Occidental. Sin embargo, desde mediados de la década de 1950, Opel quiso centrarse en la producción de coches, frenando la fabricación de Frigidaire en 1959. Frigidaire sigue existiendo, pero pertenece a una empresa sueca.

El bobsleigh olímpico

El fabricante alemán también incursionó en un deporte que no tenía que ver precisamente con automóviles: el bobsleigh –un deporte de invierno en el que los equipos realizan carreras cronometradas por pistas de hielo estrechas y sinuosas en un trineo impulsado por la gravedad-. Bajo el nombre de proyecto “LP 13”, los ingenieros de Rüsselsheim construyeron un bobsleigh para los Juegos Olímpicos de Invierno de 1980 en Lake Placid, Estados Unidos.

En 1977 Opel recibió el encargo de dotar a los bobsleighs de la Deutscher Bob- und Schlittenverband -DBSV, la Asociación Alemana de Bobsleigh y Trineo- de una pintura especial, pero la empresa decidió rediseñar por completo el equipamiento deportivo. Así, trabajó en una forma innovadora en el túnel de viento y se desarrolló un sistema de dirección completamente nuevo. Además, dotó a los patines de amortiguadores y muelles.

Imagen de Bogsleih de Opel

Las primeras pruebas demostraron que los bobsleighs de cuatro y dos personas eran, respectivamente, 0,65 y 1,35 segundos más rápidos que los anteriores. Pero la federación sólo permitió a los atletas competir en los antiguos bobsleighs durante la fase de clasificación, lo que impedía a los equipos clasificados familiarizarse con el futurista Opel bobsleigh. Finalmente, ante el riesgo de no poder llegar a dominarlos a la perfección, la DBSV los retiró.

Construyendo las bases de la F1

En 1990 Michael Schumacher ganó su primer título en el Campeonato Alemán de Fórmula 3 con un Reynard 903, que en su zona posterior contaba con el legendario motor Opel de 2.0 litros y 16 válvulas -que se hizo famoso tras debutar en el Opel Kaddet y que luego llevaría el Astra-. Opel no sólo fue un proveedor de motores muy solicitado en la Fórmula 3, desde 1990 su propulsor 2.0 16V llegó a convertirse en el motor de carreras más exitoso de la historia.

Muchas de las estrellas posteriores de la Fórmula 1 aprendieron los secretos de las carreras de esta competencia con un potente Opel a sus espaldas. Entre ellas figuran pilotos de la talla de Rubens Barrichello, David Coulthard, Giancarlo Fisichella, Heinz-Harald Frentzen, Mika Häkkinen, Nick Heidfeld y Ralf Schumacher.

Imagen de un monoplaza con motor Opel

Los motores de la marca alemana consiguieron 164 victorias en Fórmula 3 sólo en Alemania y otros 30 títulos de campeonatos nacionales en todo el mundo. ¿Y hoy? La marca del rayo lleva a los rallies hacia el futuro con la ADAC Opel e-Rally Cup, la primera copa monomarca del mundo de rallies para coches 100% eléctricos, con el Opel Corsa-e Rally, con batería y libre de emisiones.

Los remolques prácticos de Opel

Además de sus Modernos vehículos de competición y rally, Opel es una fuente de inspiración en el deporte, pero también ofrece soluciones prácticas y completas para todas las necesidades. En los años 80 salió a la luz el práctico remolque Opel fabricado en aluminio para una gran variedad de cometidos profesionales, pequeños transportes, ocio y vacaciones, que en su día se anunció como “Leichtmetaller” -metal ligero-.

imagen de remolque de Opel

En el catálogo adjunto de 1981 se ofrecían seis versiones del remolque en cuatro tamaños cada una, con hasta un total de 24 variantes.  La versión más grande medía 2,20 metros de longitud y tenía una carga útil de una tonelada. Lamentablemente, los camiones de un solo eje no llevaban el logotipo del rayo, por ejemplo en el portón trasero. Si así fuera, los pocos ejemplares que quedan serían sin duda piezas muy codiciadas para los coleccionistas.

Soy un alma libre en busca de mi crecimiento personal y profesional. Sé que somos aves de paso y mi plan es vivir para dejar huella. Estudié ciencias de la comunicación en la Universidad Nacional de Piura, en Perú. Mis ganas por saber que hay más allá de mi zona de confort siempre me empujan en busca de nuevos retos y conocimientos, es así que trabajé en distintos sectores de la comunicación formando un perfil multidisciplinario. Actualmente pertenezco a la Asociación Mundial de Mujeres Periodistas y Escritoras, me encuentro en Italia finalizando mi segunda maestría, esta vez en Marketing e investigación de mercados y redacto para HackerCar, lo más resaltante sobre motores, tecnología y ciberseguridad, como parte del periodismo especializado. Me encanta el cine, la buena música, la moda, los autos de lujo y la manera en cómo los medios de comunicación influyen en las decisiones de compra de las personas.

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