Seguro que no pocas veces -y más desde el comienzo de la pandemia- te has visto sobresaltad por el timbre de tu puerta mientras estabas a otras tareas -o, simplemente, descansabas-. La llamada inequívoca que te advierte que tu -tan esperado- pedido acaba de llegar hasta ti.
Una incomodidad de breves minutos, la cual desparece sustituida por el confort de tener en tus manos lo que necesitabas… sin salir de casa. Así podría explicarse la satisfacción que los operadores de paquetería difunden por todos los hogares a los cuales acuden.
Sin embargo, para estas compañías ese esfuerzo -que realizan en tu lugar- supone un gran número de quebraderos de cabeza, sobre todo en lo relativo a la organización de personal, vehículos y rutas. Y los horarios idóneos para todos ellos, claro.
La Transit ‘errante’
De ahí que los principales operadores del sector miren con buenos ojos tecnologías como la conducción autónoma, como forma de optimizar su organización interna y, por ende, los plazos de entrega. Hasta el punto de que la británica Hermes se ha ‘lanzado a la piscina’: probará un Ford Transit capaz de autogobernarse.
Equipada con una ostensible cantidad de cámaras, radares y sensores, esta furgoneta recorrerá las calles de Londres durante un tiempo, realizando rutas de reparto reales. No tan real será su noción de ‘autonomía’, pues un conductor humano estará siempre presente -aunque oculto- en caso de emergencias.
¿La razón? Este vehículo pertenece al último programa de investigación de Ford en esta materia, el cual busca ayudar a las empresas a encontrar la mejor forma de adecuarse a esta tecnología… y aprovecharla en su beneficio.

Gracias a su iniciativa, los empleados de Hermes serán los primeros en ‘acostumbrarse’, por ejemplo, a esperar la llegada de la furgoneta y acceder a un cesto con sus paquetes asignados, el cual estará guardado en una consigna dentro del área de carga.